Lina

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Me sentía mal. 

Me sentía mal por comportarme así, él me ha dado protección, una casa y comida. 

Sin pedir nada a cambio. 

Y yo me enfado. 

No debo ser así. 

Él es un pirata, ¿acaso no me lo había dicho? 

Conozco de primera mano cómo son los piratas. 

Sanguinarios, crueles, despiadados... 

Suspiro. 

¿él es así? 

Cierro los ojos sintiéndome abrumada. 

Debo tener cuidado, con todo su derecho podría enfadarse y echarme. 

Pero... me siento tan apagada al saber que él hace ese tipo de cosas. 

Dios... 

Qué idiota soy, me imaginé que él sería una especia de ser perfecto o ¿algo así?, por qué, ¿porque me cuidó y fue amable conmigo?

Chasqueo la lengua. 

Él es un pirata, que no sea tan ruin como otros no le hace no serlo. 

Suspiro. 

Cuack. 

El sonido del patito me despierta de mis pensamientos y le presto atención. 

Debería salir. 

Yo también debería, no puedo encerrarme por más tiempo. 

Además, dije que él debería dormir en la cama y de nuevo yo lo he hecho... idiota... cualquier diría que soy una caprichosa...

Me incorporo decidida y pego mi oreja a la puerta. 

Intento escuchar algo. Silencio. 

Siento confusión y algo de pena y remordimiento. 

¿acaso se ha ido? 

Un nudo en mi garganta se forma. 

Abro la puerta con cuidado.

No veo ni oigo nada. 

El patito sale corriendo. 

Yo le sigo asustada de que le ocurra algo. 

Bajamos las escaleras y cuando veo que el patito va corriendo en dirección a la puerta de la entrada que está abierta de par en par todo mi cuerpo se tensa del miedo. 

- ¡no! ¡espera! - digo corriendo hacia la puerta intentado impedir que salga. 

Sin embargo, no soy rápida y el animal salió como si nada. 

Yo me quedé en el umbral mirándole muy nerviosa y preocupada.

Sigo teniendo fobia a salir. 

A pesar de que me hubiese gustado salir y coger de nuevo al patito, mi cuerpo está paralizado y es incapaz de dar un paso fuera de la casa. 

- ven... ven... ven por favor... - me arrodillo e intento hacer que vuelva. - por favor... 

Es el regalo de Vane, él me lo dio, no quiero perderlo, por favor, regresa... 

- ven por favor.... ven... 

Cuando veo que el patito no solo no obedece a mi llamado, sino que se aleja aún más, siento una profunda pena por dentro. 

Arrugo la cara al borde del lloro, pero sigo sin ser incapaz de moverme. 

En eso, una manos cogen al patito rápidamente. 

Amor entre un pirata y una exesclava.Where stories live. Discover now