Capítulo 04

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De acuerdo, cuando dije que iba a morir no hablaba en serio diosito, soy muy joven y hermoso para morir, además no quiero morir virgen, te imaginas llegar a la otra vida y decir que eres más virgen que la virgen maría, no gracias, a estas alturas soy más virgen que la aceite de oliva extra virgen.

—Jeon Jungkook ¿Se puede saber porque carajos hiciste eso? Tu cada día estás peor, castigado, por golpearte con una niñata tonta— dice mi padre con odio mientras estaba sentado en el sillón de la sala, tenía miedo y mucho —Quiero ver tu examen de matemáticas— trago seco al oírlo, lentamente saco la hoja del examen para dárselo a mi padre manteniendo la mirada baja para no hacerlo enojar más de lo que haya estaba —¿UN SEIS?— Grita enojado y siento un fuerte golpe en mi mejilla que provoca que caiga al suelo, duele... Duele mucho.

—Eres una vergüenza— dice con odio y escucho el ruido de la hebilla chocado contra el suelo —Esto me dolerá más a mi que a ti— eran palabras vacías y lo sabía, simples palabras que seria olvidadas después de unos vasos de whisky.

—Si corres o gritas te irá peor y mira que no estoy de humor— fueron la últimas palabras que oí antes de sentir el primer golpe del cinturón contra mi piel, al quinto golpe intenté salir corriendo olvidando la amenaza de mi padre pero como respuesta todo fue peor, no logré ni dar dos pasos lejos de él cuando ya lo tenía encima mío apretando mi cuello con fuerza al punto de impedir que respire.

—Maldita mierda, porque no te mueres, muérete de una puta vez y devuelveme a mi esposa— Grita con odio y las lágrimas cae por mi mejilla, yo también quiero que mami vuelva papá, yo también quiero morir y que ella vuelva pero eso jamás pasará, no la puedo traer de vuelta. Tenía tanto miedo de lo que mi padre es capaz de hacer que deje de luchar y solo deje que todo a mi alrededor se volviera oscuro.

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Lentamente la luz del sol en mi cara me hace reaccionar, era viernes así que tenía que ir a clases, todo mi cuerpo delia y estaba en un rincón de la habitación creo que mi padre me siguió golpeando después de caer inconsciente y poco le importaba si seguía con vida o no, bueno, como siempre, no se ni que me sorprende esa reacción de su parte. Con mucho cuidado me levante del suelo para poder ir a mi habitación, el agua tibia calma un poco mi dolor pero tampoco hizo maravillas con los moretones, ahora tenía que usar maquillaje para cubrirlos.

Después de más o menos unas tres horas estaba listo para irme a la escuela, era algo temprano aún peor lograría llegar a tiempo si caminaba lento, cosa que iba a pasara ya que no podía correr por culpa de los golpes.

Cuando estuve fuera de la casa logré respirar tranquilo, una vez estoy fuera de esa casa mi padre no era capaz de hacerme entrar nuevamente, a esta hora siempre estaba trabajando y no volvía hasta la tarde sino es es que hasta en la noche.

Mi camino a la escuela me canso más de lo acostumbrado, los moretones y golpes dolían, afortunadamente mis clases fueron tranquilas y no tuve ningún problema, estaba casi seguro de que era un día perfecto, de que llegaría a casa y estudiaría para el examen pero mi fatídico día termina con mi castigo junto al profesor Kim.

—Buenas tardes— digo por lo bajo y me siento en el pupitre mirando un libro de matemáticas, el efecto del calmante ya se había ido y los dolores eran insoportables.

—Buenas tardes Jeon— susurra Kim mientras corregía algo, parecían ser exámenes.

Kim me mira por unos segundos pero evito su mirada, no necesito lastima de su parte, solo quiero ir a casa, nada más.

Siento como una silla a mi lado es corrida y segundos después alguien se sienta a mi lado, era más que obvio que era el profesor Kim.

—¿Te encuentras bien Jeon?— pregunta ¿preocupado? Estoy casi seguro de que esta preocupado, muy pocas personas se preocupan por mi ¿porque razón el haría eso?.

—Si profesor, solo cansado— susurro y sigo prestando atención al libro frente a mi.

Mi idea era ignorarlo pero una mano en mi mentón hace que aparte la mirada del libro y hace que lo mire —¿Esas marcas de tu cuello de que son?— mierda, se corrió el maquillaje y noto los golpes, no puede ser.

—No es nada profesor, solo un pequeño inconveniente con alguien— susurro y aparto la mirada quitando su mano de mi mentón, su mano era suave contra mí piel, era tan delicado y suave contra mi piel.

—¿Estas seguro que no paso nada malo?— pregunta confundido y se que su mirada sigue fija en mi pero lo ignoro lo mejor que puedo.

—Si señor Kim, por ahora intento prestar atención al tema— sin decir más nada ignoro al profesor Kim y vuelvo a prestar atención, el se queda a mi lado por un rato o quizás por el resto de la hora no sabría decirlo con certeza, solo se que se queda junto a mi.

La hora llega a su fin y sin despedirme del profesor Kim salgo del salón rumbo a mi casa, necesito llegar y descansar, no aguantaba ni un segundo más.

Le agradezco a todos los santos que existen que mi padre no este en casa cuando llegue, eso me ayuda bastante, mi cama era mi lugar sagrado.

—Como quisiera que estés aquí mami— susurro mirando la foto en la mesita de noche junto a mi cama.

Miss Kim

profesor KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora