Capítulo 27: Te amo.

690 58 8
                                    

Jack

Han pasado ya un tiempo desde que Michael y yo nos habíamos permitido darnos una oportunidad, y todo iba perfecto hasta ahora, estamos enamorados, no hay más que decir. Todo ha sido muy bonito, y todo se sentía aún más bonito ya que la época navideña ya estaba presente. Salimos, cantamos, bailamos, hacemos todo juntos, somos felices, realmente siento que es mi complemento, mi alma gemela. Nuestro amor no es como otros amores adolescentes, esos que piensas que van a durar toda la vida y todo se desmorona en poco tiempo, no, lo nuestro es diferente, Michael  y yo tenemos una conexión desde que éramos pequeños, siento que estamos destinados a estar juntos de una manera u otra, tengo ese sentimiento, es algo que se, no se como explicarlo pero simplemente se que él es para mi y yo soy para el. Y realmente lo amo, siempre lo he amado y lo amaré. Solo hay un problema; tenemos que escondernos, cuando salimos no nos tomamos de la mano, no dos damos besos, lo cual se siente extraño, porque cuando éramos amigos si nos tomábamos de la mano en público, pero por alguna razón ahora se siente diferente, siento que ahora si nos atacarían, no se porque. Es que no puedo quitarme de la mente aquella escena de cuando unos chicos del colegio en Canadá golpearon a otro chico por ser un "maricon" cada vez que Michael intenta demostrarme afecto en público pienso en eso, y me cuesta respirar, tengo miedo de que eso nos suceda. También de nuestros padres tenemos que escondernos, también tengo miedo que mi madre me rechace, que me grite, que me saque de la casa, no quiero eso, me llena de pánico.

"Something about you just makes me feel guilty liking you..."- canto aquel rubio en voz baja, casi inaudible -aún no cantaba de frente a otras personas- mientras continuaba escribiendo en su laptop, sin intención, era solo una canción. -"When you're with him, when youre with him." - Lo mire, estaba ahí, siendo lindo con su suéter de lana navideño . Me había hundido en mis pensamientos por un momento, olvidé que estábamos haciendo tarea. - ¿como vas?- preguntó.

Bien.- respondí, tallándome los ojos por debajo de mis gafas, era verdad aunque me había distraído un poco. -¿Y tú?

¿Seguro?- preguntó. -te noto un poco distraído.

Si, todo bien, solo estaba pensando.- suspire mirando mi laptop. -Agh, ya quiero terminar, estoy cansado.- respondí.

Yo igual. Me duele la espalda, creo que me recostare un momento, y después seguiré.- dijo acostándose en el colchón y soltó un quejido.

Hice lo mismo, acostándome a su lado apoyando mi cabeza en su pecho, escuché como sus latidos se aceleraron, al igual que los míos cuando el colocó su mano en mi cintura.

¿Y si no entregamos la tarea?- pregunté a modo de broma.

Claro que no, tengo que entregarla, voy mal en física, no puedo fallar.- respondió.

¿Mal? Vas bien ¿de que hablas?

Podría ir mejor.- dijo. Siempre se preocupaba de más por sus calificaciones en el colegio, creo que es porque sus padres lo presionan mucho con eso.

Ok, pero no te estreses mucho por eso ¿si?- respondí poniéndome encima de él, quedando cara a cara, él solo asintió. -Pero enserio.- volvió a asentir poniendo ambas manos en mi cintura. Elimine la distancia entre nuestros labios uniéndolos en beso corto y tierno. -Oye...- murmure a centímetros de sus labios, el respondió con un "¿Mh?" -Te amo.- solté, se supone que iba decírselo en un momento especial, en una cita o algo así, pero no podía contenerme de decírselo, era la verdad y quería que lo supiera lo antes posible. El alejo su rostro del mío para mirarme a los ojos.

¿Me amas?- preguntó con cierta emoción pero incrédulo al mismo tiempo, su mirada se iluminó, sentí aquella sensación en el estómago, al ver su reacción me acerque y volví a dejar un beso en su labios.

Mucho.- respondí y le di otro beso, él soltó una pequeña risita. -Siempre lo he hecho.- y otro más.

Yo también te amo, mi niño.- respondió, sentí fuegos artificiales dentro de mi pecho y como mi piel se erizaba, se que tenía esa sonrisa tonta en el rostro. Mis ojos se cristalizaron, cada vez que nos expresábamos cariño me daban ganas de llorar de la emoción y la felicidad. El soltó una risita y vi sus ojos cristalizarse también. - No llores porfavor.- dijo riendo.

Perdón.- dije cerrando los ojos y limpiándomelos. -Es que estoy muy feliz.- el también se talló los ojos. -Te amo mucho.

Te amo mucho.- repitió haciendo un roce de narices.

De repente escuché la perilla de la puerta moverse. Rápido y sin pensar me moví quitándome de encima de Michael y sentándome en el colchón esta vez, pero Michael se quedó acostado, en cuestión de segundos mi madre abrió la puerta.

¡Jack!- mi corazón latió rápidamente y un frío recorrió desde mi espalda hasta mis pies, vi a Matteo entrar a la habitación. -Matteo quería entrar ¿porque no le abrías?

No lo escuché- respondí -¿cierto que no se escuchaba?- pregunté mirando a Michael y tratando de calmar mi nerviosismo.

Es verdad, no se escuchaba.- respondió el rubio.

Es que tienen la música muy alta, bájale un poco al volumen.

Claro.- me acerque a mi teléfono y baje el volumen, mis manos estaban temblando.

Bueno, debo ir a trabajar.

¿Otra vez te toco el turno de tarde?- pregunté levantándome de la cama y caminando hacia ella.

Si, corazón, te deje comida en el refrigerador.- respondió, me acerque para abrazarla.

Esta bien.- respondí. -Adiós, con cuidado.

Adiós hijo.- se separo de mi. -Adiós Michael.

Adiós señora, que le valla muy bien.- dijo Michael y mi madre se fue.

Vaya susto me lleve, por poco nos ve a mi y Michael, casi se me sale el corazón del pecho. Cerré la puerta de nuevo y me recargue en ella suspirando, mire hacia abajo viendo a Matteo, me agaché y lo levanté caminando hacia mi cama de nuevo.

Casi me da un infarto.- dije dejando a Matteo sobre el colchón y tocando mi pecho.

Se va a tener que enterar algún día de todas maneras.- respondió Michael tomando su computadora de nuevo.

Me senté junto a Matteo. Al escuchar eso sentí esa sensación; ya típica de no poder respirar bien. El que haya dicho eso me afectó, se que no lo dijo con mala intención, pero para mi el simple hecho de pensar en que mi madre algún día se enteraría de que me gustan los chicos, de que me gusta Michael, me aterraba por no saber como va a reaccionar, me hacía querer no decírselo nunca y ocultarlo para siempre, pero Michael tenía razón, algún día tenía que enterarse, no quería pasar el resto de mi vida ocultando el amor que siento por Michael, quería que mi madre lo conociera como la persona de la que estoy enamorado, y también todo el mundo, gritarlo a los cuatro vientos, pero aún seguía asustado, quería trabajar ese miedo para poder hacerlo y que Michael dejara de sentirse triste cuando yo tengo miedo de tomarnos de la mano en público.

Estuve algunos segundos intentando calmarme, comencé a jugar con Matteo para distraerme y no llorar -esta ves no era de felicidad- y al mismo tiempo para que Michael no se diera cuenta de que me sentía mal. Después de que logre calmarme regresé a mi laptop para seguir con la tarea aunque no pude dejar de pensar en el tan repentino y horrible cambio de ambiente, de un ambiente romántico y feliz a uno de preocupación y miedo.

Best friend Where stories live. Discover now