Capítulo 19: Adormecido

1.2K 115 1
                                    

Jack
Salí corriendo del lugar. No podía creer lo que había pasado, todo estaba mal. Me detuve por un momento y limpie mis lágrimas, pensé en cómo iba a volver a casa e inmediatamente se me vino a la cabeza un taxi. Camine hasta la esquina cubriéndome con mis brazos el frío, tome mi celular y llame a la línea de taxis dando la dirección. Me senté en la acera para esperar el auto que me llevaría a casa. Abrace mis piernas contra mi pecho y hundí la cabeza en mis rodillas, procesando todo lo que acababa de pasar. Bese a Michael y Eva me termino por ello. Mierda. Respiré hondo, no podía creerlo, fui un idiota, estaba muy enojado conmigo mismo, realmente lo hice, y el no se resistió, probablemente solo para no parecer grosero. Realmente no me preocupaba mucho el tema con Eva, aunque si le había tomado cariño nunca sentí nada muy importante. Lo que me aterraba era que le dijera a todos y se burlaran de mi a modo de venganza, pero si así fuera; me lo merecía, lo que había hecho estaba muy mal. En cuanto a el beso; no sabía cómo reaccionar a algo que yo mismo hice. Levante la cabeza y justo en ese momento vi a aquel auto amarillo llegar, me puse de pie y abrí la puerta de enfrente y subí. El chofer arrancó después de preguntarme si todo estaba bien y a que dirección quería que me llevase. El camino fue realmente rápido, o al menos así lo sentí yo, pensaba en tantas cosas, había besado a Michael y mi mente no se callaría sobre eso. Baje del auto y le pague al chofer. Saque las llaves de mi bolsillo y acaricie el llavero mientras caminaba hacia la entrada, abrí la puerta y entre.

Hijo, llegaste temprano.- dijo mi madre desde el living.

Si.- respondí simplemente mientras volvía a cerrar la puerta con llave.

¿Michael te trajo?- preguntó. Apreté la mandíbula y dejé las llaves en la mesita de entrada.

No.- respondí. Si no hubiese hecho aquello me hubiera traído a casa y todo estaría bien. -Vine en taxi- ojalá no hubiese obedecido a aquel impulso.

¿Quieres cenar?

No gracias. Estoy algo cansado.- dije mientas me dirigia las escaleras.

Muy bien hijo, descansa.- finalizó y subí a mi habitación.

Me quite la chaqueta, la aventé al piso y me lance a la cama, hundí la cara en las almohadas me cubrí con el edredón, cerré los ojos y solté un suspiro. Por fin había hecho algo que quería hacer pero dio como resultado un desastre. Sentí mi celular vibrar en mi bolsillo y lo saqué de ahí, lo encendí y vi en la pantalla de inicio un mensaje.

Michael: ¿Estas bien?

No me merecía que se preocupara por mi. Besarlo fue un gran error. Le respondí con un simple "si" y volví a bloquear el teléfono pero enseguida sonó de nuevo.

Michael: De verdad lo siento mucho. Soy un estupido.

Tú: no fue tu culpa. Yo lo siento.

Lo apague por completo y lo dejé en la cómoda. Se me formó un nudo en la garganta, cruce los brazos sobre la almohada y hundí la cabeza en ellos. Como pudo ser posible lo que hice.

A la mañana siguiente desperté gracias a la alarma. Me había costado mucho dormir la noche anterior. Quería dormir más, quería dormir todo el día para no ver a nadie, me sentía terrible, me sentía culpable, me sentía idiota. Me levante de la cama con mucho esfuerzo, me puse las gafas, saqué la primera ropa que me encontré y camine como pude al baño, realmente no tenía muchas ganas de ir al colegio, simplemente me cambié de ropa, me perfume y lave mis dientes, talle mi cara contra mis manos y me vi al espejo, me sentía un asco de persona. Baje las escaleras, entre a la cocina, me pareció raro no ver a mi madre, logre ver un papel sobre la mesa en el que escribió que tuvo que ir a trabajar, por lo tanto estaría solo casi todo el día, solté un suspiro y salí de la casa, sin desayunar, realmente no tenía nada de hambre. Camine hasta la parada del autobús, me detuve ahí mientras me ponía la capucha, me sentía como si todo el mundo supiera lo que había hecho y que todos me miraban mal por ello. El autobús llegó y subí a el, me senté en el lugar más alejado de las demás personas y puse la mochila a un lado para que nadie se sentase ahí, quería estar solo pero tenía que ir a la escuela. Pensaba y no a la vez, me sentía como si estuviese adormecido, realmente me había afectado mucho aquello, estaba consiente que era mi culpa pero igual no quería llegar a la escuela. Y en ese momento de debilidad y miedo rompí en llanto, en silencio tratando de que nadie me escuchase. Tenía que dejar de tener miedo de mis sentimientos pero no sabía cómo. Y no era solo miedo de mis sentimientos, también me aterraba que se burlan de mi, no era lo suficientemente fuerte como para soportar algo así, lloraba de cualquier pequeñez, con algo así no se que haría, y ahi había otra razón por la cual no podía estar con Michael; era demasiado inestable como para una relación, de igual forma ya me había resignado a que jamás iba poder estar con el.

El bus se detuvo frente al colegio y baje de el. Camine hasta la entrada sintiendo que todos me miraban y susurraban, cuando quizá no era así, pero así lo sentía yo. Al caminar por los pasillos me tope a Eva, la cual me miró por un milisegundo y miró hacia otro lado haciendo una mueca, solo baje la cabeza y continué caminando. Estaba tan avergonzado. Entre al salón y busque el pupitre más alejado para sentarme, mire a mi lado y note a aquel chico rubio mirando fijamente a hacia la esquina mientras jugaba con el piercing que adornaba su labio, suspiré y me puse en la misma posición que el. No había ni un minuto en que no pensara lo que había hecho. Me había gustado besarlo, se sintió tan bien, jamás me sentí así antes, fue una sensación muy intensa y hermosa, pero termino siendo un error. Era curioso como algo que me hizo sentir bien al final me hizo sentir mal. Tenía vergüenza de hablarle a Michael, sentía que me rechazaría o simplemente me ignorara, y si el me hablara ya no sería lo mismo.

Termine unos apuntes al final de la clase y guardé mis cosas en mi mochila. De repente vi un papel en mi mesa que a simple vista se lograba leer "Lo siento :(" lo tome extrañando y fije mi mirada en la profesora que anunciaba la hora libre, desdoble aquel papel con la leyenda que decía:

"Lo siento mucho. ¿Puedes hablarme de nuevo?"

Rápidamente reconocí la letra de Michael. Apreté la mandíbula, ¿era una broma? ¿Porque quería que yo le hablara? No sabía si hacer caso a aquello, ¿que tal si solo quería que le hablase para reclamarme? ¿Porque no me hablaba el primero? Además no hacía mucho desde la última vez que hablé con el. Estaba muy paranoico, sentía ese vacío en el estomago, y no era por que no hubiese desayunado. Me puse de pie y salí del aula para dirigirme a los baños, entre y me encontré a la persona que no quería, estaba apoyado en los lavabos. Lo vi sonrojarse y al verlo yo también lo hice, me acerque un poco y abrí el grifo para lavar mis manos.

Hola.- murmure.

Lo oí soltar una leve exclamación. Después de todo hice caso a aquella nota.

Hola- respondió de vuelta mientras se recargaba en la pared . -Oye lo siento mucho, no fue mi intención...- cerré la llave y le interrumpí

¡Ya deja de disculparte!- exclamé mientras cerraba el grifo -No fue tu culpa.- afirmé.

¡Pude a verlo evitado!- insistió

¡No! ¡Deja de preocuparte por problemas que no son tuyos!- me puse a la defensiva. Aquel chico me miró desconcertado y un poco adolorido. Me di la vuelta y salí a regañadientes. Me detuve pensando en que me sobrepase, no debí tratarlo así, el solo quería arreglarlo, y lo hacía por mi. Regrese corriendo, lo vi en la misma posición que lo vi cuando llegue la primera vez, me acerque lentamente y logre escuchar sus sollozos, mis ojos se llenaron de lágrimas. Me sentía una mierda como persona. -L-lo siento mucho- toque su mano. -Es que me siento terrible, no debí hablarte así- lo jale muy suavemente del brazo y rodee su cuerpo, el hizo lo mismo pero apretándome un poco. Cerré los ojos y las lágrimas cayeron. -Me puse a la defensiva. En realidad no es tu culpa, no quiero que te preocupes por eso. Solo quiero que todo vuelva a la normalidad.- dije.

Yo solo quería estar bien contigo, y que estuvieras bien con Eva.- respondió.

Lo se.- me sentí muy mal pero a la vez algo aliviado de saber que de cualquier modo Michael me apoyaría en todo.

Best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora