Capítulo 1: ¡Bienvenido!

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Michael
Me encontraba haciendo la tarea en mi habitación mientras escuchaba música cuando repentinamente una notificación en mi teléfono llamo mi atención, tome el celular entre mis manos y desbloquee la pantalla, raramente era un mensaje de mi mejor amigo de la infancia Jack. No solía hablar mucho con el, nuestras conversaciones no pasaban del "Hola ¿Como estas?" Lo entendía, el tenía mucha tarea y cero tiempo para hablar, al igual que yo, lo echaba mucho de menos, pero no podía hacer nada para cambiarlo. Entre al chat y leí el mensaje

Jack: Hola, ¿estás en casa?

Hice un gesto de confusión ante el mensaje

Tú: Si ¿Porque?

Jack: Hazme un favor y mira por tu ventana

Tú: Ok

Asome mi cabeza por la ventana de mi habitación, no vi nada fuera de lo normal

Tú: No veo nada 😕

Jack: Mira hacia abajo

Volví a asomarme y mire hacia la abajo, como el me pidió, me quede inmóvil, casi sentí que mi corazón dejó de latir y mis órganos se movían de un lado a otro. Era el, estaba en la puerta de mi casa, el me miró con una sonrisa de emoción, talle mis ojos, ¿Es esto un sueño? No, definitivamente no lo era, salí de mi habitación y baje las escaleras rápidamente, abrí la puerta para después encontrarme con su rostro, ni uno dijo ni una palabra, tan solo nos abrazamos fuertemente

¡Jack! ¿Pero que haces aquí?- dije emocionado al separar mi cuerpo del suyo

¡Vine a vivir con mi madre!- tomo mis manos y sonrío encogiendo los hombros

Haz cambiado mucho- dije mirándolo de ariba a abajo con una sonrisa. En realidad no podía ver los cambios en su cuerpo debido a que llevaba puesta ropa muy holgada y de manga larga, pero es verdad que su rostro lucía más delgado, al igual que sus manos, debía admitir que lucia más lindo de lo que recordaba

Tú también- fijo su mirada en la mía, en ningún momento soltó la sonrisa ni mis manos

¡Bueno! Entra porfavor- dije jalándolo levemente hacia adentro, entramos a la cocina donde se encontraban mis padres -¡Mamá! ¡Papá! ¡Jack está aquí!- saludo con la mano

¡Hey!- saludo mi padre dándole la mano

¡Hola! ¿Cuando llegaste?- pregunto mi madre

Hoy en la mañana- respondió

¡Pues bienvenido!- dijo mi madre alegre

Ven, ¿Quieres ir a mi cuarto?- pregunte y respondió asintiendo con la cabeza, lleve a aquel chico pelinegro hasta mi habitación, me senté en la cama y di leves palmadas en ella indicando que se sentara, accedió -¡Bueno! Cuéntame como te a ido, cómo estás, qué ah pasado- sonrío ante mi curiosidad, comenzó a contarme las cosas que hacía en Canadá y toda su experiencia viviendo en otro lugar, fije toda mi atención hacia el, por un momento me perdí en sus ojos color café oscuro, incluso olvide los deberes. La lista de reproducción de música continuaba y al parecer nos gustaba música parecida, cantábamos alguna que otra canción de la lista

¡Te haz hecho un piercing!- dijo notando el piercing en mi labio, sonreí -¿Puedo tocarlo?- asentí y acerque mi rostro a el y le dio una pequeña vuelta con su dedo índice, observé que mordió su labio inferior -Yo también tengo uno- volteó su rostro y retiro un poco su cabello para mostrarme el piercing de su oreja. La conversación siguió fluyendo hasta llegar a recuerdos de la infancia, recordé las armas de juguete con las que solíamos jugar a hacer guerras entre los dos que aún conservaba, las saque de debajo de la cama

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