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Don mágico

—¡Tenemos un don nuevo!

Un día alegre, un día que creyó perfecto pero no tenía idea de que la tortura acababa de comenzar

—sabía que lo lograrias, traerás orgullo y perfección a esta familia... Mi pequeña Isabela, tienes un Don tan único y especial como tú

Esas palabras la hacían sentir tan especial, toda su familia estaba centrada en ella y no podía negarlo, era una linda sensación

—nunca te voy a decepcionar abuela

—se que no, mi linda flor

Tan arrepentida de decir eso, ahora era obligada a cumplir con tareas perfectas, crear flores lindas y siempre aparentar ser alguien perfecta, una niña que no podía jugar igual que sus primos o hermanas, una niña que no podía ni siquiera ensuciarse con tierra porque eso no es lo que haría una niña perfecta

—¿crees que mi don sea tan magnífico y perfecto como el tuyo?

Preguntó su pequeña hermana Mirabel con una carita emocionada, ella solo sonrió y acarició los dulces rizos de la menor

—no creo que puedas hacer flores de la nada, pero se que tu don será igual de especial que tu y todos te admirarán

—quisiera tener un don tan lindo como el tuyo

—tendrás uno muy especial

Todo ese momento se desvaneció cuando la abuela Alma entró y supo que quería estar con su hermana más pequeña antes de la gran ceremonia

—Isabela, linda, ¿terminaste tus tareas?

—si abuela, lo hice hace rato, las flores están en donde deben estar

—me gustaría que al momento de recibir mi don estés conmigo

Dijo la menor mirando a su hermana mayor sacando una pequeña sonrisa de su parte

—Mirabel, cielo, no se si sea buena idea

—¡por favor!

—ya me voy, te esperare en tu asombroso cuarto cuando recibas tu magnífico don

Salió de la habitación para dirigirse al corredor a esperar el gran momento, su idea era especial, haría crecer bellas flores mientras su hermana pasaba por el corredor y de ahí a las escaleras, seguro la pondría feliz y cómoda, como si estuviera a su lado para subir las escaleras



Finalmente su hermana estaba en el inicio de aquel pasillo y empezaba a caminar con nerviosismo, su plan comenzó haciendo crecer flores de todo tipo maravillando no sólo a Mirabel, sino a todo el pueblo que se encontraba en la ceremonia

El nerviosismo de Mirabel disminuiba conforme avanzaba y las flores no dejaban de ser perfectas o simétricas, las emociones que sentía eran especiales al ver a la menor pasar, sin embargo, no podía dejar de sentir la mirada de la matriarca en ella esperando solo plantas perfectas

Todo iba bien pero algo se salió de control dentro de su pequeña mente de once años, las emociones alegres que emanaba hacian que su poder se quisiera salir de control, la mirada de su abuela no dejaba de ponerla nerviosa pues un solo paso en falso podría ser una gran decepción

no quieres ser la decepción de la familia, no debes mostrar al mundo lo que sientes

Pensamientos que conforme más avanzaba su hermana menor a la vela, sus emociones dejaban de ser... Demostrativas, era más como una máscara de felicidad donde sabía que tenía que ser perfecta porque si no todo el mundo la haría a un lado

Todos sus pensamientos se detuvieron al ver la sorprendente escena frente a ella, la puerta desapareció para sorpresa de todos y la pequeña se mostraba extremadamente triste mirando a su abuela, la mujer mayor miro como su nieta más pequeña no había obtenido un don mágico y nunca olvidaría la mirada que recibió de su parte, una mirada que la llenaba de sentimientos tristes, esa fue la primera vez que pudo sentir como algo dentro de ella se desvanecía, tal como los colores vivos de las flores que se obscurecían poco a poco



—Isabela, pudiste arreglar ese momento incómodo, no debiste dejar que las flores se marchitaran

—no fue mi intención abuela, Mirabel quería sentir mi presencia con ella y yo no quería dejar de ser perfecta pero cuando ella no recibió el don... No se explicar lo que sentí

—tu lo haz dicho, Mirabel no recibió un don, claramente no es igual de capaz que todos en esta familia, pudiste alegrarla, ¡las flores hacen felices a todos!

Como explicarle que en ese momento las flores eran lo que menos felicidad le daban

—lo siento

—te prohibo volver a mostrar las emociones de ese modo, todos deben sentirse en paz y seguros cuando vean tus flores brotar

—si abuela

—ah, tampoco creo que sea conveniente que te acerques a Mirabel

Dicho eso la mayor dejó a su primer nieta sola, la cual solo sollozo en su cuarto marchitando de este modo todas las flores que estaban rodeando absolutamente todo, las plantas exóticas y diferentes que tanto amaba desaparecían y con ello su felicidad pero amaba a su familia, amaba a sus hermanas y renunciaría a lo que fuera para ponerlas a salvo, incluso si significaba dejar las plantas diferentes y únicas, incluso si significaba dejar de hablar con Mirabel y Luisa para evitar lastimarlas, incluso si significaba usar una máscara alegre con los demás para crear solo flores perfectas

—¿Isa?, ¿estas aquí?

—largo Mirabel

—pero...

—solo vete...

Susurro cuando la menor se fue cerrando su puerta para voltear a ver donde estaba la pequeña antes parada

—no quiero hacerte más daño

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—Isabela, conoce a Mariano, tu prometido

Su vida solo empeoraba cada vez más y con ella, algo muy malo se aproximaba

Las flores también se marchitan [Isabela Madrigal]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin