Las flores también se marchitan [Isabela Madrigal]

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La torre de Bruno

—así que tus tareas consisten en aumentar la vegetación del pueblo

Mencionó la chica de trenzas mientras observaba detenidamente las flores que crecían mágicamente, al mismo tiempo anotaba en una libreta todo lo que podía observar

—si, en teoría

Respondió Isabela con un leve sonrojo, su abuela siempre decía que su don era importante y especial como ella pero... No le encontraba lo especial a solo hacer crecer flores

—con tu magia podríamos encontrar una solución para evitar la marchitacion de plantas, o aumentar el proceso de crecimiento en el cultivo

Decía con emoción la chica mientras seguía observando las orquídeas

—¿solo puedes crear flores?

Pregunto curiosa, era un poder magnífico pero no entendía porque desde que había llegado ese poder solo creaba flores, toda la vegetación era preciosa y funcional

—solo tengo permitido crear flores perfectas

Respondió tratando de no sonar decaída, recordaba que cuando era niña podía crear más plantas magníficas y eso la llevó a leer más sobre temas de Botánica, la naturaleza era asombrosa y sabía tanto de plantas como le era posible

—eso es una tontería, no existe flor perfecta, todo depende de como lo mires, por ejemplo, esta Rosa no es perfecta

Tomó una Rosa que a simple vista era perfecta, sus pétalos completamente abiertos y fresca para quien la viera normalmente, pero ella no era una chica cualquiera, era una estudiante de Botánica en ascenso

—¿de qué hablas? Solo puedo crear flores perfectas

Pregunto Isabela curiosa que en el momento no comprendía la visión de Melissa

—esta Rosa carece de pigmentación, sin embargo, es preciosa con todas sus imperfecciones... Eso es lo asombroso de la naturaleza

Explicó con una sonrisa mientras tomaba aquella Rosa y se la daba a la chica de hermoso vestido

—nadie es perfecto, pero nuestras imperfecciones nos hacen únicos Isabela

Estaba estrupefacta ante tales palabras, esa chica adoraba a la naturaleza tanto como ella, la diferencia es que Melissa si podía demostrar su amor... Ella no

—yo soy perfecta, tengo que serlo al igual que mis flores, no existen las imperfecciones en mi vida Mel

Respondió tratando de no quebrarse, cada palabra le partía el alma ya que sabía que esas palabras eran ciertas pero ella vivía en ese falso cuento de hadas

—yo... Creo que debo irme Isa, solo como último favor, ¿podria llevarme unas cuantas flores para examinarlas?

Pregunto un tanto incómoda, no tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de la chica pero no se veía bien, igual no iba a quedarse mucho tiempo y no quería involucrarse de más

—oh, claro, lleva las que quieras

Aceptó la de cabello liso mientras pensaba en todo lo que había dicho Melissa, ojalá pudiera ser tan libre como ella

—muchas gracias Isa, nos vemos en la noche para tu propuesta

Eso la hizo sentir peor, pensar que tendría que casarse con alguien que no amaba solo para fortalecer a su familia le dolía, odiaba tener que aceptar algo que no quería