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Débil

Todos se encontraban preocupados por la salud de Isabela, la matriarca no podía dejar de culparse por todo el daño que le había hecho a su nieta en esos años, también le dolía haber perdido su hogar pero era lo menos relevante en esos momentos, la salud de un miembro de su familia y la vida misma en el encanto corría peligro

—vamos Isa, todos te amamos... Despierta

Lloraba mirabel a un lado de su hermana mayor que se encontraba inconsciente y con las plantas muriendo como nunca antes

—el suero no funciona como esperaba, era muy poca magia

Susurro Melissa sintiéndose culpable por la declaración que Isa le había hecho días atras, ella la había rechazado pero... ¿Estaba mal decir no cuando realmente no sentía nada?, su relación era amistosa, la conocía de muy poco y le gustaban los chicos, no podía fingir algo que no sentía... Eso es lo que Isabela no entendió a tiempo

—¿Bel?

Despertó Isabela alegrando a toda su familia, estaban tan preocupados por ella

—¡Isa! Todos estábamos tan preocupados

Dijo la menor limpiando sus lágrimas mientras abrazaba fuertemente el cuerpo de su hermana, el cual estaba demasiado débil

—voy a morir...¿no es así?

Pregunto con algunas lágrimas corriendo por sus preciosas mejillas que antes eran levemente ruborizadas, ahora estaban pálidas

—no, mi vida, no vas a morir

Mencionó su madre Julieta con el corazón destrozado, ¿cómo no se había dado cuenta antes de que su hija estaba tan mal?, de que su hija no era feliz al lado de Mariano, estaba tan cegada por la felicidad falsa que producía su madre, realmente creía que su hija era feliz

la casa se derrumbó por culpa mía, no logre ser perfecta, no salve el milagro

Susurro con una respiración más lenta, su corazón latía cada vez más despacio y eso la tenía aterrada pero tal vez en otro lugar ella podía ser feliz... Ser libre

—no Isa, todo fue culpa nuestra por no dejarte ser feliz

Habló con su voz serena Dolores, se sentía tan preocupada por dentro, ella y su prima eran unidas desde niñas ya que solo se llevaban unos meses de diferencia, le dolía ver esa situación y se sentía culpable por nunca decir nada, por nunca hablar cuando sabía que su prima no quería a Mariano para ella

—[tenía que ser perfecta, tenía que casarme con Mariano, tenía que protegerlos]

Eran los pensamientos de la chica, no podía pensar positivo en lo absoluto, su alma y corazón estaban tan corrompidos por los malos sentimientos que ya no podía pensar en otra cosa

Dol... Se feliz, se que quieres estar con el... Solo se feliz

Palabras que dejaron atónita a la chica de moño rojo, ella amaba a Mariano desde hace mucho pero jamás creyó que su prima lo dijera directamente

—Isabela, mi amor, ¿cómo te sientes?

Se acercó la mujer pelirroja preocupada por su sobrina, había convivido con ella tanto y la quería como si fuera una hija más

¿Cómo estaba? Buena pregunta, con una muy obvia respuesta, mal, solo quería dejar de sentir dolor y ya no le importaba si debía morir para que ese dolor cesara

Las flores también se marchitan [Isabela Madrigal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora