Las flores también se marchitan [Isabela Madrigal]

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Perfecta

Otro día más fingiendo ser perfecta, creando Rosas, violetas, girasoles, y muchas otras flores perfectas maravillando a todo el pueblo de encanto, parecía que todos habían olvidado el incidente de hace diez años, lo prefería así pero en el fondo odiaba que todos trataran como fenómeno a su hermana menor solo por no haber obtenido un don, quería hacerle saber a Mirabel que todo estaba bien, pero claro, ella era perfección pura y la perfección jamás desobedecería a su abuela

Caminaba por el pueblo haciendo sus tareas correspondientes, observo como su hermana explicaba los dones de la familia a los niños del pueblo, a veces se preguntaba como es que tenía tanta paciencia para lidiar con esos niños

—mis dos hermanas, Isabela y Luisa, una con fuerza, la otra es perfección

Escuchar esas palabras la hacían sentir como dentro de una película en la que debía actuar para no quedar mal frente a todos por lo que al escuchar eso decidió mostrar su don dando giros y creando flores preciosas a su alrededor después de recibir un beso de parte de su abuela y mientras se encontraba mirando disimuladamente como Mariano la miraba con "amor", ellos dos no tenían química en absolutamente nada pero ella fingía quererlo y ser la mujer perfecta para el, mientras que Mariano solo quería tener una mujer y ella era la "más linda del pueblo" además de tener el don de la perfección

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Era el día de la ceremonia de su primo menor, la última ceremonia del don había sido un total desastre, todos tenían ese miedo de volver a experimentar lo que era la debilidad de la magia pero esta vez ella estaba completamente segura de que nada pasaría, su poder estaba "controlado" y todo se lo debía a su abuela, estaba harta de las cosas bonitas y no era plenamente feliz pero si eso ayudaba a su familia sin duda haría lo que fuera

—la noche de mi niño debe ser perfecta y no lo es, los invitados ya van a llegar y nada esta listo

—¡pepita! Tu tornado esta llevándose las flores

Llamó su atención el hecho de que su tía estaba bastante nerviosa, quería tranquilizarlos por lo que hizo una de sus "maravillosas" entradas, quería alivianar el ambiente un poco

—¿acaso alguien dijo... Flores?

Acto seguido se columpio en una de sus lianas de flores y escuchaba los múltiples aplausos y alabanzas

—nuestro Ángel, nuestro Ángel

Decía su tío felix mientras la miraba y por inercia sonrió con más esplendor

—basta de aplausos

Mencionó una vez que bajo de su columpio y le daba un ramo de flores a su tía, había logrado su cometido de parar el tornado de ansiedad

—gracias

—ay, no es nada

Dijo con una sonrisa a su tía mientras sacudía su cabello hacia atrás pero sintió inmediatamente que este chocó con alguien, ese alguien era su pequeña hermana Mirabel, la había intentado evitar desde el día de su ceremonia y todo por lo mal que se sentía respecto a la plática con su abuela, Mirabel era optimista y siempre intentaba acercarse a su familia por lo que la única forma de alejarla era... Siendo cruel

—agh, un consejito entre hermanas, si no te esforzaras tanto no estorbarias siempre