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Decir que las miradas eran claras señales del enamoramiento de su esposo hacía Kim Taehyung, no terminaba por convencerle del todo.

Sin embargo, comprobó su hipótesis cuando fue a fumar un poco de tabaco a la azotea del hospital. Había dejado a Soobin con una enfermera de confianza, para que le diera algunos caramelos, mientras ella trataba de desestresarse por las cargas del modelaje y el embarazo.

¡Claro, el embarazo! Al darse cuenta de su error, iba a bajar las escaleras, para ir de vuelta a la habitación con Soobin. Que tan mala es su memoria para no recordar que está embarazada. No obstante, escucho la voz flaqueante de su marido.

Esas palabras tan enamoradas, jamás se las escuchó decir; ni siquiera en los versos de las canciones que creaba el rapero. Se acercó un poco y pegó oreja de chismosa y vista de espectador. Entonces, cuando vio aquellos dos hombres perdidos en el cosmos, supo algo de vital importancia: que Min YoonGi estaba enamorado de Kim Taehyung. Ahora lo comprendía todo.

«Mina se había emborrachado de más. Está vez, dejaría Roma para volver a casa después de siete meses de trabajo. Estaba ella en un bar, con sus amigas de trabajo; con dos modelos y tres maquillistas.

Aburrida de pláticas sobre chicos, tríos y engaños, se acercó a una mesa, donde se encontraba YoonGi, quien también viajó a Roma para hacer una colaboración con quién sabe qué artista.

Los amigos platicaron de cualquier cosa irrelevante, como el trabajo y sobre animes, como los otakus de clóset que son; hasta que a Mina se le ocurrió preguntar algo.

¿Los hombres como YoonGi, frívolos y serios, pueden enamorarse una vez en su vida?

- Ey, Yoon - dijo Mina, pasando su dedo índice, en movimientos circulares, en la copa -, ¿Alguna vez te has enamorado?

No supo si se trataba por los efectos del alcohol, que las mejillas abultadas de YoonGi se pintaron de carmesí vivo; y que sus ojos entraron a modo estático, resaltando sus pupilas dilatadas.

- No. - Respondió en seco, volteando el rostro a quien sabe qué dirección inexistente.

Los belfos de Mina se curvaron.

- Min YoonGi se ha enamorado. Min YoonGi se ha enamorado. - Repetía como niña pequeña; disfrutaba hacerle burla a su mejor amigo.

Se levantó de golpe del asiento y comenzó a dar vueltas:

- ¡Min YoonGi se ha enamorado!

Los demás comensales voltearon a verle. YoonGi le tapó la boca con sus manos, ya que estaba llamando descaradamente la atención de muchas personas.

- Mina, yo no te he confirmado nada. - La soltó, cuando sintió sus manos húmedas.

- No es necesario que expreses con palabras, lo que tú cuerpo ya sabe.

YoonGi rendido, pues sabía que sus intentos de contradecir a su mejor amiga serían en vano, decidió dejarse llevar por el recuerdo de un amor que jamás salió de las sombras.

- Está bien, te contaré.

- Hazlo, hazlo. ¡Ay, qué emoción! - Chillo.

- Sí abres la boca, ya no te contaré nada. - Mina asintió con la cabeza, muy atenta a lo que le diría YoonGi, quien ya estaba cayendo a los suelos por su embriaguez. - Bueno, ¿Sabes? Me he enamorado de muchas personas a lo largo de mis veintiocho años de edad, pero siempre hay una única en este mundo, que te hace sentir especial; como si la magia existiera en un lugar razonable y de ciencia. - Los luceros de YoonGi mostraban destellos de luz; y sus labios comenzaron a formar una sonrisa melancólica. - Aquella persona, que fue la única en todo, fue un amigo que conocí en la preparatoria; podría decirte que es la primera persona de la cual me enamore con locura; pero que también es la primera a la cual, jamás pude demostrarle que tanto la llegué a amar. A decir verdad, es la primera que amé de una manera romántica, seria y formal. - Rio levemente con ternura. - No se que hizo, si me hechizo o me maldijo alguien, tampoco sé porque lo amo tanto, solo se que mis sentimientos son reales; no es un enamoramiento pasajero; es un sentimiento que no ha logrado ser borrado ni con el tiempo ni con el olvido.

ROMANCE DE  UNA SOLA NOCHE [M.Y/K.T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora