Lunes 4 de abril de 2005
Querida Adela:
Durante una semana logré pensar un poquito menos en vos; solo un poquito. El miércoles no fuiste a darnos nuestra clase, nos comentaron que era por cuestiones médicas. Pero hoy volviste, sonriente como siempre, y con ese acento que me afloja los calzones. ¡Sos tan linda! No sé qué es lo que más me gusta de vos, si esos ojos verdes o tus rizos oscuros... Si esa cintura angosta, tu cadera ancha, o esas piernas esculpidas. Nunca me embobé tanto mirando a alguien, mucho menos a una chica. Encima, además de ser hermosa, sos la mujer más interesante con la que me he cruzado. ¡Cómo me encantaría conocer más sobre vos! Creo que podríamos pasar horas hablando, que tendrías muchas experiencias para contar, como ser tus viajes por el Reino Unido e Irlanda.
El sábado pasado salí a bailar con mis amigas de siempre, Andrea y Sofía, quienes, por supuesto, no saben nada de esto ni me animo a contarles. ¿Qué pensarían de mí? ¿Tendrían miedo a que me enamore de una de ellas? No, no lo pueden saber. No hasta asegurarme de que serían comprensivas y no me juzgarían.
Mi idea era confirmar que me siguen gustando los hombres y tuve éxito: conocí un chico que me cayó muy bien, simpático y lindo, castaño de ojos claros, como siempre consideré que son «mi tipo». Se llama Pablo, tiene veintitrés años y es estudiante avanzado de Arquitectura. El sábado que viene lo voy a volver a ver, quedamos en ir a bailar al mismo lugar. Todavía no pasó nada, solo nos estuvimos besando un rato. Pero bueno, no sé, quiero ver si se me pasa esta confusión, esta locura. Si no es con él, será con otro después. Eso espero.
Hoy no logro sacarte de mi cabeza.
Te acercaste a mí para revisar mis ejercicios porque terminé primera, y me quedé embriagada con el aroma de tu perfume y la calidez que emanabas. Tuve que controlarme para no tocar uno de tus risos; eso era lo que me provocaba tenerte tan cerca.
Es así. Estimo que será así de complicado.
Al menos hasta que logre sacarme este sentir de encima.
Siento que para esto tengo que engancharme con un chico. Quizás tenga suerte con Pablo.
Pero necesito engancharme de verdad. Solo de ese modo podré olvidarme de vos.
Tuya,
Liz
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Notas para Adela
RomanceCuando empezaba la universidad, me enamoré de Adela, mi profesora de Gramática... Ella me hizo cuestionar todo lo que sabía acerca de mí. Mis emociones, mis pensamientos... Todo entró en crisis. No le podía contarle a nadie lo que me pasaba, por lo...
