Roles divididos

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Santuario, Grecia

En el templo de Aries, se escucha el golpe del martillo y el brillo de las chispas que saltan al impactar en una armadura dorada, y a la par de una caja de oro con la imagen de un león se encuentra un joven vistiendo una armadura del mismo resplandor. Hay partes de una armadura en el suelo, algunas se pueden encontrar en su caja la cual tiene la apariencia de un ave, un fénix mas bien. tal acción llamo la atención de una de las Sailors, una joven de cabello corto, Haruka Tenou.

- ¿Por qué ese tipo no llevaba una de esas armaduras?, pude sentir que tiene un poder mayor que el resto de sus amigos-. Kiki a pesar de la sorpresa de Sailor Urano, no despega su vista de la armadura y las manos de sus herramientas, entiende a que se refiere, incluso algunos dentro del santuario se han hecho la misma pregunta.

-Las armaduras no son solo objetos que protegen nuestros cuerpos, también tienen vida y deciden a quien proteger y a veces se requiere una prueba para demostrar que somos dignos de portarla. La prueba del león, una prueba que Ikki lleva haciendo 4 años-. El joven dorado solo ha podido hablar de lo que ha sentido al estar trabajando en adecuar la armadura, pero aun así el sentimiento es el mismo, las dos armaduras rechazan el ser de Ikki.

Haruka aún no comprende del todo a lo que se refiere Kiki, pero al verlo tan concentrado en la armadura sabe que ha sido sincero al tratar de explicarle, lo que hace preguntarse qué tan diferentes son los uniformes de Sailors con sus armaduras, solo sabe que son creadas gracias al poder que tienen; además durante sus combates se nota los diferentes estilos de lucha que ha visto con el resto de caballeros en el santuario.

Al salir del templo de Aries e ir hacia Tauro, Haruka siente una poderosa energía que se acerca hacia ellos, mientras sube corriendo puede notar una sombra que se va acercando hacia ella, pero al voltear a ver, es sobrepasada por Sailor Saturno al ir saltando entre escalones, a pesar de la velocidad que tiene siente algo distinto en ella, no logra sentir ese enorme poder sombrío que tiene.

-Esos cosmos podrían ser de Shiryu y el resto-. La voz de Kiki llama la atención de Haruka al verlo que va a la par de ella subiendo las gradas de las doce casas.

Al llegar hacia las afueras del templo del patriarca, las cuatro Sailors se reúnen junto a Saori y Kiki quienes también se cubren los ojos por la brillante luz que va disminuyendo su brillo, pudiendo ver a sus amigos que se encuentran bien.

-Es bueno volver a verlos a todos-. Saori se acerca a recibir al grupo de jóvenes con una aliviada sonrisa.

- ¡Saori, hay buenas noticias! - Serena sujeta las manos de Saori con una amigable sonrisa.

Al estar reunidos en una mesa dentro del templo del patriarca y haber mencionado todo lo que les dijo la guardiana, los caballeros dorados y las Sailors guardaron silencio por un momento, hasta que finalmente alguien menciono lo que se había pospuesto la última vez.

-Ya cumplimos nuestra parte, así que, es hora de separarnos-. Menciona Haruka levantándose de la mesa.

-Es cierto, les agradecemos su apoyo Sailors scouts. Nos moveremos de inmediato para ayudar a su amigo enfrentando a las nereidas y derrotando a Belona-. Menciona Kiki al levantarse de la mesa y devolviendo una reverencia.

Pero a pesar del gesto, sus palabras solo dejaron sorprendidas a las Sailors, una sorpresa que no fue bien recibida por ninguna y mal interpretada.

- ¿¡Que!? ¡eso no fue lo que se acordó! - recrimina Lita al levantarse rápidamente con su ceño fruncido, desaprobando las palabras del joven Aries.

-Lita tiene razón, les prometimos ayudarlos para que no interfirieran-. Michiru les recuerda por qué hasta ahora han estado ayudándolos.

-Recuerden lo que dijo esa guardiana, no poseen la habilidad para enfrentar a esta clase de enemigos-. Ikki responde tajantemente.

Sailors y Saints: las diosas de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora