❁ 𝐀𝐝𝐢(ó)𝐬 ❁

157 21 8
                                    

Era una noche llena de estrellas, emociones estables, pensamientos simples y una tranquilidad absoluta que embargaba el hogar qué, por razones ajenas a nuestro control, estaba a miles de kilómetros del vuestro, fueron segundos de breve calma antes de que la tormenta arrasara con nuestra familia.

En segundos todo cambió, eso nos destruyó. Fue devastador y tan impensable que no fue hasta que te vimos allí, en esa caja de madera, que pudimos creerlo.

No, no es verdad, la que no pudo creerlo fui yo, la que se negaba a aceptarlo fui yo, lo siento, te fuiste y no pudimos despedirnos adecuadamente.

Al menos no sufriste, tu partida fue rápida y ahora, ahora ya estás mejor, quiero creer que eres plenamente feliz y que estás en un sitio carente de dolor y calamidades, dónde podrás ser completamente tú y no sufrirás como lo hiciste en tus últimos años de vida.

Fue difícil, siempre lo es, nunca esperas que pasen cosas como estas, sabes que son posibles y que son inevitables, pero aun así te niegas a esperar dichas situaciones. Me incluyo y sí, aún sabiendo la realidad que me rodea me voy a seguir negando a esperar que en un futuro próximo mi vida esté llena de pérdidas.

Una noticia, una oración y ese sentimiento de paz que en nosotros habitaba se esfumó. Fue desgarrador, sorprendente y tan poco creíble qué, si, en definitiva nos tomó con la guardia baja.

Fui la primera en saberlo, odié eso, odio eso, siempre es igual, ya parece una costumbre que yo sea la primera en enterarse y aún peor, soy conocedora de la noticia a través de una pantalla.

Perder a un ser querido nunca es fácil, no importa si estás lejos de esa persona, tampoco si no compartieron mucho tiempo o si tenías mucho tiempo sin estar con él o ella, sólo importan tus sentimientos, nadie conoce tu dolor, nadie puede entender tu pena. Todos sufrimos diferente.

Estás allí y luego ya no, te hundes y no puedes subir, lloras y no puedes parar, no puedes respirar y te es difícil pensar. Es ese sentimiento de pérdida que te embarga y quiere consumirte por completo quien te hace cuestionarte todo lo que pudiste hacer de una forma diferente.

No, no es verdad. Ignora esa voz que te dice que pudiste hacer más, hiciste cuanto pudiste para estar ahí para esa persona especial, ayudaste hasta donde tuviste capacidad, fuiste lo mejor que podías ser por esa persona. Nunca olvides que fuiste suficiente.

Yo lo fui, aún me cuesta creerlo, pero muy dentro de mí sé que lo fui, estuve allí y compartí contigo tanto como pude hacerlo. Sonreí gracias a tí y yo te hice sonreír, eso siempre lo llevaré conmigo, es una promesa. Reímos, jugamos, hablamos, estuvimos en desacuerdo, vivimos juntos más de lo que muchos tienen el placer de experimentar.

Conmigo siempre fuiste bueno, quiero que a través de estas letras sepas eso, no soy una persona muy expresiva, rara vez digo en voz alta mis sentimientos, quizás es algo de familia, probablemente lo sea. Te quiero, abuelo y sé que dónde sea que estés, estás mejor que aquí, lo sé.

Seguiremos de pie por ti, vamos a sobrellevar tu muerte, lo haremos. No te preocupes, también cuidaré de ella, está triste y llora cuando nadie la ve, piensa que no lo sé, sabes que no es muy buena mintiendo.

Le dolió — a todos, en realidad — mucho que te fueras, empero, yo estaré para ella y seré su soporte por el tiempo que ella me necesite. No te preocupes, ella estará bien.

Adiós, espero encontrarme contigo en otra vida y poder volver a sonreír a tu lado, mientras tanto voy a conformarme con recordarte, recordarte y sonreír mirando al cielo sabiendo que tú estás ahí, cuidándome, cuidándola, cuidándonos.

Adiós, te vamos a extrañar. Tú eres irreemplazable, de las personas más valiosas que hayan existido, espero que hayas sabido eso.

Adiós, nos volveremos a encontrar, algún día en algún lugar, lo sé, tengo fe en ello, nos veremos pronto.

Las pérdidas nunca son fáciles de afrontar, lo único que podemos hacer es respirar profundo y pensar que están en un mejor lugar, es y siempre será nuestro consuelo. Después de todo, la muerte no puede evitarse, tarde o temprano llega. La muerte siempre llega.

Hasta pronto, abuelo.

~By Flor Suárez.

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora