❁ 𝐎𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨 ❁

133 13 9
                                    

Hace poco pensé en el orgullo. Hace poco descubrí lo que es sentir orgullo de lo que eres, de lo que te gusta. Desde hace un tiempo analicé lo que en realidad soy y el cómo me siento en el día a día.

Hace poco me di cuenta de que no estoy calificada, según la sociedad, como alguien normal; alguien natural.

He pensando mucho en lo que significa, en cómo cambiaría mi vida si decido contarlo o más bien, cuando vaya a contarlo. He pensado mucho en las posibilidades y me temo que ninguna de ellas es esperanzadora. En especial, he pensado en ustedes, porque a pesar de que me amo como soy — lo intento cada día — me gustaría que las personas que amo me aceptaran y me hicieran saber que tengo su apoyo.

¿Es eso mucho pedir?, ¿de verdad es demasiado para ustedes amar cada parte de mí? ¿Realmente lo es?

Quizá es mi ansiedad, probablemente sea por el rechazo que muestran con respecto al tema, pero soñé con esa hipotética situación, fue tan real, tan triste, tan decepcionante. Los sueños son o al menos deberían ser ese escape de la injusta y dura realidad, mi sueño solo fue algo que reafirmó lo que ya sé que pasará cuando esos a quienes quiero, se enteren de quién soy.

¿Por qué no aceptarme, amarme? ¿Por qué no se enorgullecen de mí? Soy parte de ustedes, al menos deberían respetar quien soy.

Orgullo, he estado pensando mucho en ello y en lo que representa, tal vez porque justo en este mes es cuando se celebra y se es orgulloso por lo que uno es. Y sí, estoy bien conmigo misma, con lo que soy y lo que me gusta. No obstante, creer o bien tener la certeza de que no seré aceptada por quienes me importan hacen que ese orgullo que con mucho esfuerzo he logrado tener se fracture poco a poco.

Tristemente, recuerdo como fue, hubiera preferido olvidarlo, pero no fue así. Estaban ahí y pretendieron aceptarlo, aunque no fue más que una fachada, pronto su máscara se deshizo y sus verdaderos pensamientos y sentimientos al respecto, salieron a flote. Recuerdo sus gritos, sus insultos y su intolerancia, recuerdo mi dolor, la tristeza y la decepción. Recuerdo como me defendí, como lloré mientras intentaba explicar lo que yo era, también recuerdo como me rechazaron y se negaron a aceptarlo. Recuerdo muchas cosas, otras son un tanto confusas, pero sé que el resto no es nada bueno. 

Desperté. 

Desperté y me di cuenta que fue un sueño, un mal sueño. Volví a ese mundo de sueños intentando poder cambiar las cosas. No funcionó. Mi esfuerzo fue en vano, no sirvió de nada, algunas horas después reflexioné sobre lo que sucedió y me di cuenta que, probablemente, mi subconsciente planteó una situación que mi parte consciente tiene clara desde hace algún tiempo. Ellos no van a aceptarme, ni siquiera van a respetar mis gustos, porque; ¿cómo podrían aceptar algo que no es natural? Algo que está tan podrido en sus mentes, que dicen poder tolerar pero no es más que una mentira para no sentirse rechazados por lo que la sociedad hoy ve como correcto

De ser sincera, no puedo culparlos, no tienen la culpa, no por completo. Fueron criados de cierta forma y por ello tienen pensamientos tan arcaicos como esos, sin embargo, yo también fui criada de esa forma y antes de descubrirme ya había cambiado mi opinión al respecto. Todo es cambio, aceptación y respeto.

Somos seres humanos iguales a vosotros, merecemos respeto, merecemos no ser juzgados, merecemos ser tratados como iguales. Porque en este mundo tan desigual nos encontramos nosotros, seres humanos distintos en pensamientos y gustos, pero iguales en los derechos, aceptación y amor que merecemos.

Tener orgullo para muchos es difícil, lo sé porque yo he pasado por eso. Es difícil verte a ti mismo y amarte, y lo es aún más cuando no encajas en esos estándares que la sociedad ha impuesto por años. Con el tiempo el amor propio llega; prontamente el orgullo que sientes por aceptar quién eres se entierra tan dentro de ti que nada ni nadie puede quitártelo.

En momentos dudas, porque sí, vas a hacerlo, eres humano. Puede que como me ha pasado a mí, ese orgullo flaquee y disminuya un poco, no obstante, tu orgullo jamás va a irse porque cuando te amas de verdad y cuando te aceptas por como eres, nada va a derrumbarte, no sí tienes la fuerza para volver a levantarte.

Porque amar(te) debe ser libre, no impuesto. 

~By Flor Suárez.

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora