Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]

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— Gerard se ha metido en la cabeza de Allison, igual que lo hizo con Kate —

— Psicópata — murmuré al recordarla 

— ¿Quién es Kate? — preguntó Isaac 

— La hermana de Argent que intentó matarnos hace unos meses y la que quemó la mansión Hale y todo eso. Una sociópata — expliqué 

— Bien, entendí — 

— . . . La estoy perdiendo y sé que ustedes también — nos miró a Scott y a mi  

— Es cierto — le di una mirada recriminatoria  

— Bien. ¿Confía en mi en esto? — accedió Scott

Argent lo dudó. Al final terminó asintiendo.

— ¿Podemos irnos? — intervine al ver como la bolsa se movía 

— No... Mi auto es más veloz — suspiré de alivio y esta ves sí ayudé a subir a Jackson a la camioneta de Argent

Llegamos a un lugar que no reconocí. Todo estaba oscuro. 
Bajamos del auto nerviosos. 

— Creo que dejó de moverse — dijo Isaac 

— Mejor — 

— ¿Dónde está Derek? — preguntó Argent apenas vio que no estaba 

En ese momento Derek salió de la nada, corriendo como perro... 

Lobo. 

Y antes de llegar a donde nosotros, dio unas vueltas en el aire y aterrizó con estilo. 

A veces puede llegar a ser tan insoportable.

— Vine por Jackson, no por ti — aclaró Argent apenas Derek se puso de pie 

— Temo decirte que eso no me consuela — 

— Aquí vamos — murmuré al recargarme en la camioneta 

— ¿Siempre pasa esto? — preguntó confundido Isaac 

— ¿Cuándo no se intentan matar mutuamente? Sí — 

— Llévenlo adentro — Isaac y Scott tomaron a Jackson y lo llevaron dentro 

Creo que estábamos en una bodega abandonada y llena de polvo, por lo visto. 

— ¿Dónde están? — pregunté una vez que todos estuvimos dentro 

— ¿Quiénes? — 

— Peter y Lydia —

Derek me ignoró rotundamente. 

— Oye, espera. Dijiste que lo salvarías — Derek comenzó a abrir la bolsa en la que Jackson ya estaba transformándose 

— Ya no haremos eso — 

— ¿Qué pasa con...? — preguntó Scott enojado 

— Solo piénsalo: Gerard lo controla ahora. Ha hecho de Jackson su propio perro guardián y él puso todo esto en movimiento para que Jackson sea más grande y más poderoso — explicó

— No. Él no haría eso — intervino Argent — Si Jackson es su perro, ya está rabioso y mi padre no dejaría a un perro rabioso vivo. — 

— Claro que no — la voz de Gerard interrumpió nuestra discusión — Algo así, peligroso y fuera de control, debe morir — 

Derek intentó cortarle la garganta a Jackson, pero él ya estaba vivo y podía moverse. Así que le clavó las garras en el abdomen a Derek, lo alzó y lo último que vimos de él fue como lo lanzaba por el lugar hasta detrás de unas cortinas.