Cielo Sin Estrellas [Isaac Lahey y tu]

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Derek corrió a donde estaban y clavó las garras en la espalda del otro sujeto. 

— También yo — y lo lanzó al otro lado del pasillo 

Cuando se giró hacia nosotros, yo ya estaba tomando la silla donde Isaac estaba.

— ¿No deberían estar en la escuela? — Scott a mi lado cerró los ojos cansado 

De acuerdo, yo amo a este hombre. 

¿Qué? 

¡Tiene originalidad! 

Cállate, por favor. 

Di lo quieras, pero sabes que es...

Basta. 

Sacamos a Isaac del hospital y nos dirigimos hacia la vieja casa Hale. Una vez que llegamos Derek lo cargó y lo llevó adentro. 

Mi celular sonó. Era Stiles.

— ¿Qué? — 

 — Tenemos un grave problema en la escuela — 

Lo puse en altavoz. Al momento Scott me quitó el celular. 

— El salón de la señorita Blake... — 

— ¿Puedes contarme después? — lo cortó Scott

— Estoy seguro de que esto merece ser discutido de inmediato — 

Le quité el celular.

— De acuerdo. En casa de Derek... — 

— ¿En casa de Derek? — me interrumpió — ¿Qué rayos hacen allí? — 

— Solo ven, ¿si? — colgué y me acerqué a donde Isaac estaba 

— No sigues viviendo aquí — dijo Scott mirando con recelo el lugar

— No — respondió Derek buscando algo en el suelo — El condado me la quitó, pero hay algo aquí que necesito. Sanar una herida hecha por un alfa... — 

— Pero ya sano — dije al ver el dorso de Isaac 

— No en el interior — fruncí el ceño, cada vez entendía menos esto 

Scott y él se mantuvieron el silencio unos segundos. 

— Oye, ¿vas a decirme quién era ese? — me senté a un lado de Isaac y observé con curiosidad a Derek

— El alfa — interrumpí distraídamente 

— Es de una manada rival — comencé a prestar atención — Es mi problema. Sé que quieres ayudarme, y lo hiciste. Te debo una. Ahora, váyanse a casa, vuelvan a ser adolescentes — 

— Ese es el problema — Derek levantó un poco la cabeza 

— ¿Cuál? — 

— Una vez que sabes sobre esto, dejas de serlo — Derek pareció entenderme más de lo que esperaba, así que para quitar ese momento de tristeza mutua agregué — Además, no pienso irme. Quiero quedarme y ayudarte con Isaac — 

Derek suspiró fuertemente. 

— Sé que no te haré cambiar de opinión, así que sí, quédate — 

— No te lo había preguntado, pero si, me quedo — Scott estaba a punto de irse, pero se detuvo pensativo 

— Oye, Derek. Si quieres pagarme ese favor ahora... — entonces vi que estaba tocándose el hombro — ...hay algo que podrías hacer por mi —