CAPÍTULO 84.

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- ¿Ni se me ocurra qué? ¿Entrar en mi propia oficina?- dijo tranquilo, como si no fuera consciente del trastorno que causó su partida.

- Te fuiste, nos dejaste tirados a nuestra suerte.- le dije sin ser consciente de que mi tono de voz se torno algo agresivo.- No fuiste capaz de dejar unas instrucciones, de dar la cara aunque fuera interesándote por tu empresa. Porque te recuerdo que es tu empresa la que dejaste tirada a la deriva y si sigue a flote y sin que hayas salido en la televisión como escándalo público es gracias a Mario y a mi. Me ha costado sangre, sudor y lágrimas mantener todo esto sin saber por donde empezar. He estudiado arquitectura para ser arquitecta no un grado de ADE para administrar y dirigir una empresa que ni siquiera es mía. Encima concediste vacaciones a casi la mitad de la plantilla sin informarnos de nada. ¿Sabes las veces que he llamado a números de empleados que ni siquiera sabían quién soy ni yo quien son ellos y quedar de ridícula? Pero no se acaba ahí...

- No me cuentes el sermón de tu amiga, creo que ella ya se ha olvidado de mi y yo de ella.- me dijo con toda la tranquilidad del mundo, como si ahora mismo me importará su vida amorosa.

- ¿Puedes dejarla acabar?- preguntó Rodrigo de malas maneras.- Creó que ahora mismo eso nos importa una mierda.

- Si puedo seguir me gustaría decirte que no se acaba ahí, que dejaste muchas cosas sin agar antes de irte y que los clientes no querían que lo hiciéramos nosotros. Mario porque no tenia tú estatus y yo por ser mujer, aguante comentarios como que me dedicara a ser interiorista que si era para decoración si querían contar conmigo... Puedo seguir haciendo la lista de todo lo que me han dicho pero creo que nunca los vas a tener que aguantar así que me los ahorro. Necesitábamos tu firma para un montón de proyectos a los que no todavía no están firmados. Hemos aguantado llamadas de clientes gritando como si fuera culpa mía que el jefe se hubiera largado sin firmar su proyecto. ¿Y ahora que necesitas? ¿Vienes a trabajar y a quedarte o te vas ? Porque si te vas a ir a mi me gustaría seguir trabajando si puedo o si no échame ya.

Le reté con la mirada a pesar de que él tenía una actitud más que tranquila, como si él sintió no fuera con él cosa que nos sacó de nuestras casillas a Rodrigo y a mi.

- Me gustaría hablar contigo a solas antes de que lleguen nuestros abogados.- dijo con calma mirando para mi, como si su amigo no existiera.- Doble expreso con mucha azúcar, ideal para una jornada laboral.

Cogí el café casi de forma automática. Miré a Rodrigo en busca de un consejo rápido y enseguida me asintió con la mirada.

- Puedes esperar en mi despacho. Seguro que quieres adelantar trabajo.- le dijo a Rodrigo con una sonrisa en la cara.- Cuando terminé todo el tema de abogados y el nuevo contrato de Sara podemos hablar si estás interesado.

- Es mi abogado.- dije a la defensiva.- Así que estará presente en nuestro encuentro.

- Perfecto.- se dirigió hacia la recepción con pasos rápidos.- Preparé mi sala de reuniones para cuando llegué mi abogado.

Rodrigo y yo nos quedamos con la boca abierta. Parecía que todo seguía igual incluso Aaron se esforzaba para que todo pareciera que seguía igual cuando no era así. Aunque se hubiera puesto un traje las ojeras bajo los ojos y esa barba descuidada seguían existiendo en su rostro pero él parecía no darse cuenta. 

- Puedes quedarte en mi despacho o si quieres cuando este lista la sala puedes pasar a ella. No sabía que estarías aquí si no te hubiera subido un café, perdona. 

Y sin más dilación entró en mi despacho pasando por mi lado dejándonos fuera a ambos. 

- No entiendo nada.- me dijo Rodrigo al oído.- Me voy a quedar aquí por si acaso hay más sorpresas, estaré en su oficina. 

Siempre serás tuWhere stories live. Discover now