CAPÍTULO 85.

142 10 1
                                    

Rodrigo

- ¿Se puede?

- Adelante, es tu oficina.- dije a la vez que guardaba unos documentos que estaba revisando.

- Bueno parece más tuya que mía.- me  dijo en el intento de evaporar la tensión que había entre nosotros.

No es que se haya convertido en mi enemigo pero después de desaparecer de la faz de la tierra durante un tiempo sin avisar y sin nada pues no es que me haga mucha ilusión. Miento, si me hace mucha ilusión porque es mi amigo y no hay cosa que mas me pueda encantar que pasar tiempo con mis amigos y mis seres queridos. 

Hace mucho que Aaron y yo traspasamos la línea de ser amigos para pasar a ser familia. No es que no le quiera ni que me alegre de que esté de vuelta si no que me he angustiado sabiendo si estaba bien o mal, si le habría pasado algo y nunca más lo volvería a ver y también viendo a Sara ir perdiendo su esencia porque el cansancio vencía día tras día. Veía como un pedacito de mi compañera de vida irse cada día que él no daba señales de vida y eso era lo que al final me mataba por dentro.

- Tierra llamando a Rodrigo. ¿Estás bien?

- Si, si perdona no te estaba escuchando.

- No me importa volver a empezar aunque supongo que ya habrás visto el contrato y sabrás mejor que yo como funciona ya sabes que mis abogados son tus empleados.

- No he visto el contrato ni nada.- dije intentando no sonar borde fracasando en el intento.- Pero si se lo has explicado a ella yo lo veré ahora enseguida y espero que nos dejes tiempo para revisarlo porque creo que Sara ya tiene una decisión tomada.

- ¿No quieres saber que le ofrezco?- preguntó un poco desubicado.

- No, es su trabajo y ella es la que tiene que decidir si lo quiere o no. Yo solo le voy a explicar a que esta sujeta firmando el contrato y poco más, la decisión es de ella.

- No me equivocaba al decir que eres el mejor abogado que puede tener. Bueno venía a explicarte que le ofrezco y el por qué, aunque el porque seguro que lo sabes. Salta a la vista que es una chica muy trabajadora y es lo que me hace falta en la empresa sobre todo en este momento.

- ¿Sobre todo en este momento?

- Estos días he visitado mi nueva sucursal. Al final me he decidido por un edificio de oficinas que lleva en venta mucho tiempo y nadie se ha decidido, hay que hacer reforma pero lo pondré a funcionar mucho antes de lo esperado y es menos dinero así que me lo puedo permitir mucho mejor que si lo tuviera que construir en un solar.

- Dímelo a mí que tengo más gastos que ingresos.- le dije a modo de broma, lógicamente me puedo permitir montar otras oficinas en una ciudad vecina.

- Es que no las voy a hacer en una ciudad vecina si no que me voy a otra comunidad. Tú puedes trabajar desde aquí y desplazarte allí cuando quieras pero yo no.

- ¿Te la llevas?

No es que me diera miedo una relación a distancia y menos con ella. Me daba miedo no poder despertar con ella todos los días, llevarle el café hasta la cama o decirle que apagará ya el maldito despertador que es sábado y no hace falta madrugar. Me he acostumbrado  a hacer hasta la más mínima tontería juntos, me he acostumbrado a su simple presencia en mi día a día que si se la lleva es como si se llevara una parte de mi con ella.

- No, no. No os quería hacer eso así que ella será la encargada de esta sucursal si quiere además de socia.

- ¿Y Mario? ¿No sé montará un gran revuelo por eso? Estoy seguro de que no le sienta nada bien que Sara se quede con su puesto super deseado.

Siempre serás tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora