General

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10 de Enero, 2022

La medalla es puesta a la derecha de mi pecho cerca del corazón, la cuarta medalla que le hará ver a los demás mi rango y que me hace de mí, una general.

Mi pecho se infla con orgullo propio cuando las personas aplauden.

Esto es por ti, abuelo.

Pienso en él, y como sería una persona más en medio de la masa de personas y familiares que vinieron a celebrar con sus hijos su nuevo logro.

Pero no es posible... él murió hace dos años, justo el año en que recibía mi medalla de teniente; pero hoy, con la cabeza en alto, hago un saludo militar hacia el coronel y ministro, estos me lo devuelven y una leve sonrisa surca por sus rostros.

Solo me he tardado quince años en que finalmente sucediera, a tan solo unos pasos de convertirme en coronel.

He sabido ganarme a las personas en estos quince años en la central, algunas personas simplemente odian el que pueda ganármelos tan rápido y por ello, me han intentado hacer la vida imposible; sin embargo... esas personas hoy están obteniendo su medalla de sargento.

Dos puestos por debajo del mío.

¿Preferencias? No, me he encargado personalmente de que ninguno de mis logros fuese por ser mi abuelo un ex militar. Luego de varias encerradas, donde las personas que quisieron hundirme me repitieron una y otra vez que mis logros eran gracias a lo que una vez fue mi abuelo, decidí demostrar que se equivocaban; con una gran sonrisa, bajo del escenario y me sumo a Deva e Ian.

El chico con heterocromia, ese mismo.

Deva en ningún momento me ha dejado sola, ha sido lo que a mis diez años llamaría una "mejor amiga" sin embargo, veo un poco ridículo ponerle nombre a una relación de amistad más fuerte que la música heavy metal de los años de mi abuelo.

E Ian... bueno, con el perdí mi virginidad, si es que tal cosa existe.

Cero formalidades.

Ese hombre que detesté el primer día al bajar del avión, acabo por ser la versión masculina de mi amistad con Deva, o sea, un mejor amigo.

Decidimos dejarlo como amigos... -O sea que el decidió que no quería una novia, o al menos no a mi como su novia- nunca comprendí el porqué, sin embargo, eso no quiere decir que no he tenido sentimientos hacia él todo este tiempo; pero respeté la decisión y he mantenido mis sentimientos a raya.

Gracias al arduo entrenamiento que he recibido estos años, he aprendido a hablar distintos idiomas, así también, como el arte de la seducción, las posturas frías e indiferentes, he aprendido como lucir fría e indiferente todo el tiempo incluso en las noticias que podrían derrumbarme; todo esto gracias a la inteligencia virtual que nos han agregado al entrenamiento.

Puedo decir que es un hecho el que me he acostumbrado a mantenerme con una expresión inescrutable en el rostro, al menos cuando se trata de varias personas desconocidas a mi alrededor. Si mi papel dice que soy una persona dulce y amable debo convertirme en lo que dice mi papel, ni más ni menos.

He recibido la falsa noticia de la muerte de mis padres mientras que, con unos lentes de realidad virtual, continuaba sirviendo copas a hombres importantes de la mafia como si no conociese los nombres de mis progenitores. Unos chalecos con sensibilidad nos hacían sentir lo que sería recibir un disparo al igual que varias agujas con aparatos que se me dificultan mencionar, nos hacían actuar como si todo lo que estuviéramos presenciando en realidad estuviera pasando.

Así comprendimos que un paso en falso nos llevaría a una dolorosa muerte.

Me he especializado en cada rama sin dejar ninguna excepción, todo esto, lográndolo en quince años; no voy a mentir, ha habido momentos en los que siento que mi cabeza va a colapsar de tanta información, sin embargo, debo mantenerme con cordura después de todo, si quiero lograr mi objetivo.

VulnerableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora