Mazmorra.

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18 de Enero, 2022.

Hora local: 19:54 p.m.

—Reporte—me exige la voz del que supongo es el coronel.

A decir verdad, se me hace algo conocida de algún lugar, pero no es momento para pensar en ello. Tal vez y solo sea el intercomunicador cambiando ligeramente la voz del hablante.

—He despertado sin ambos aparatos de comunicación, Sergey volvió a buscarme para acompañarlo en el desayuno y luego me ha dejado libre al llegar a la habitación, le pedí ambos dispositivos con la excusa de que acababa de abrir los orificios en mi oreja y nariz, y después de consultarlo con un médico para que verificara tal información, me fueron devueltos.

Doy información rápidamente, saltándome los puntos no tan relevantes de lo sucedido en el día, hablo lejos de la puerta, observando por la ventana unas farolas que comienzan a iluminarse sobre el césped, dando algo de visibilidad hacia afuera.

—Tenemos tu ubicación, debes seguir en el papel—escucho a Mitsuki hablar—, estaremos vigilando las afueras como se planeó.

—Que sea con discreción, algo me dice que este lugar es un poco desértico y no por naturaleza. No logro ver más allá de las farolas del otro lado de la cerca.

—¿Alguna información relevante?—Khalid habla, y no me imagino las preguntas que se me vienen encima si esta toda la elite allí.

Comienzo a descartar hasta llegar a algo que quizá pueda ser utilizado.

—Todo lo que dice es con rodeos, y lo único que he podido sacar de todo ello es que esconde algo aquí, la casa está completamente desalojada de no ser por los sirvientes o la seguridad del tipo—observo hacia la puerta cuando el sonido del cerrojo siendo abierto suena—. Por ahora es lo único que puedo dar, intentaré salir e investigar algo más.

—No pongas en riesgo tu identidad y tu vida—me suelta la voz dura del coronel—. Conoces bien la personalidad de Katerina, actúa como tal.

Suspiro y al ver que la puerta no es abierta, continuo esperando algo más, pero nada sucede.

—Recibido—digo y comienzo a acercarme a la puerta—. Alguien ha quitado el pestillo, saldré a ver que consigo.

No recibo respuesta pero sé que estarán al tanto de nuevas noticias.

La comunicación entre nosotros debe ser corta y rápida, sin muchos detalles inútiles ya que no se tiene idea de si alguien puede interferir con la comunicación y escucharnos hablar.

Abro ligeramente la puerta, asomando mi cabeza a ambos lados del pasillo y se encuentra tan desértico como lo esperaba, pongo un pie fuera esperando no ser atacada por ello.

Cierro la puerta tras de mí, haciendo el menor ruido posible; me parece sospechoso que me hayan dejado salir en horas nocturnas, nadie abrió mi puerta, nadie me dio indicaciones de donde o como dirigirme a cierto lugar, si en la mañana decidí irme por la izquierda, ahora tomo la derecha, esperando que no me dirija al mismo punto anterior.

Me topo con unas escaleras al piso superior.

Me siento en medio de un laberinto en el que un asesino me persigue, pero deja que me pierda primero antes de acorralarme.

En estos momentos soy la presa de un cazador.

Observo a ambos lados del pasillo, a la derecha continúa y hay varias puertas a ambos lados de las paredes, y a la izquierda es de donde vengo, solo se haya la puerta de mi habitación allí.

Alejada de todo.

Ya vendré a investigar el resto de puertas.

Subo los peldaños y la oscuridad del piso me recibe, tan solo iluminado por la luz de la luna que entra en una gran ventanal en una especia de recibidor nada más acabar por subir las escaleras.

VulnerableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora