Lovesick Girls

¿Por qué tu?

[En la universidad]

El día parecía tranquilo, nada fuera de lo común... Hasta el momento pareciera que nadie había siquiera notado la falta de la presencia de Jisoo, nisiquiera Irene que se veía muy feliz hablando con sus otros amigos, por el momento eso la tranquilizaba un poco, por lo menos en el campus todo seguía bien...

La castaña continuo su mañana de la forma más normal, le era fácil no sentir remordimiento por ese tipo de cosas, a pesar de ser su amiga se encontraba tranquila y en paz... Nada raro, nunca la había considerado algo más que una especie de tapadera, y sí, Jisoo para nada era una "criminal" ¿Una persona desesperante?, sí ¿Pero una criminal? Estaba muy lejos de serlo, aún así no era culpa suya, Rosé la había llevado y solo esperaba que termine con el asunto lo más antes posible, no podía tenerla en su sótano toda la vida y cabe mencionar que para nada le gustaba la idea de que se mantenga ahí, conviviendo con Lisa 24/7.

Transcurrió su clase de forma normal por unas cuantas horas más hasta que toda aquella paz interior que tenía fue destruida de un momento a otro en cuanto vio al padre de Jisoo ingresar en el salón para hablar con su docente  - Estúpida Rosé - susurró para si misma y bajo la cabeza deseando desaparecer en ese instante, unos cuantos minutos más y  el sonido de la puerta la animo a levantar la cabeza nuevamente... Para su suerte el docente no dijo palabra alguna sobre la visita del señor Kim, simplemente continuo la clase como si nada.

Salió del campus, y el hecho de también ver a Rosé ahí parada termino de arruinar su día ¿Cómo podía ser tan estúpida de ir en un momento como ese?

La rubia la vio y como era costumbre comenzó a acercarse, sin embargo, esta vez Jennie la ignoro completamente y fue directamente para su auto, como si de una desconocida se tratase.

[Más tarde]
[En la casa de Jennie]

Jennie acababa de llegar y se encontraba preparando las cosas para cocinar hasta que el sonido del timbre la detuvo. Dejo la cosas a un lado ya suponiendo de quién se trataba y simplemente se dirigió a abrir la puerta.

Era Rosé - Tú me ignorast- Jennie simplemente la tomo por el brazo y con un jalón relativamente brusco la metió en el domicilio.

- ¿Podrías comenzar a usar las 3 neuronas que tienes? - Dijo y azotó la puerta con toda la rabia contenida.

- ¿Pensar? - Repitió la rubia un tanto extrañada por la situación.

- SI - Repitió la mayor y volvió aló suyo, preparar la comida - ¿Por fin te armaste de valor?

- ¿Podríamos no hablar de eso ahora?

- ¿Y cuando sí? - Respondió con otra pregunta la mayor dejando clavado el cuchillo sobre la tabla de cortar con toda la rabia del mundo - ¿Cuando estemos en prisión? ¿Compartiendo celda? ¿Ingiriendo comida de dudosa procedencia todos los días?

La rubia simplemente se quedó callada, no sabía que decir, no había forma de refutarla... Tenía razón...

- Hazlo de una maldita vez Roseanne - Demandó Jennie dejando lo que hacía por segunda vez en el día.