Jennie una estudiante normal como cualquier otra, pero todos los viernes sin falta seguramente estaría matando algún delincuente en su sótano.
Lisa una chica que ha sufrido gran parte de su vida, parte de uno de los clanes más grandes, por casualida...
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•••Al día siguiente•••
- No me jodas Rosé, no puedes vivir en mi casa - Decía la castaña, claramente molesta mientras no paraba de volver a meter a la maleta de la menor toda la ropa que iba sacando - ¿Quieres que me arresten? ¡Ya te dije que no quiero verme implicada contigo!
- Asume las consecuencias de tus actos - Respondió despreocupada la Australiana mientras continuaba sacando la ropa que enseguida era devuelta a la maleta - Lastimaste a Jisoo, ¿Quién sabe de qué eres capaz? Ah sí, yo sé.
La mayor dejo de devolver la ropa a la maleta y soltó un largo suspiro, ella bien sabía que tratar de convencerla de algo era prácticamente imposible - Nadie te vio ¿Verdad?
- Porfavor Jenduk - Comenzó a acomodar la ropa - Son las 5 am, nadie está despierto a esta hora... Nadie más que la gente psicópata como tú y me asegure de destruir evidencia o algo así, deje la bici en la que vine en un parque, es más, apuesto a que algún maleante ya se la debió haber llevado.
La mayor estaba a punto de decir algo pero tenía que admitir que si había pensado bien en eso.
- ¿Y cuánto tiempo piensas estorbar?
- Tiempo indefinido - Le regalo una gran sonrisa y metió la ropa al pequeño ropero que Jennie tenía en aquella habitación que hace algunos minutos nadie ocupaba.
- ¿Y tu familia qué?
- Les dije que iría a visitar a mi hermano a Estados Unidos.
- ¿Y si lo llaman?
- Vamos Jen, a mis papás no les importo tanto como para siquiera tomarse la molestia que llamarlo y preguntarle cómo estoy o si estoy ahí - Cerro la maleta ya vacía y se lanzó en la cama del lugar - Ventajas de ser la hija que nadie quiere.
- No me inspiras confianza Rosé... Algo me dice que me vas a apuñalar por la espalda.
- Yo jamás haría eso, ya sabes... Eres mi única amiga, de hecho ere la única persona a la que le importo.
La mayor rodó los ojos y se dispuso a salir de la habitación, tras meditarlo unos segundos reflexionó y se dió cuenta de que estaba siendo algo paranoica, sabía que Rosé no la delataría... Eso significaría que ella también acabaría presa y ¿Quien iría a la cárcel por voluntad propia? Solo un estúpido descerebrado.
- Solo no toques a Lisa - Dijo y sin más salió de la habitación.
(...)
Otro día más en aquel horrible sótano, atada, amordazada y aún con una ligera molestia en el cuello... Ya nisiquiera sabía que día era y de no ser por las comidas que Lisa suele recibir tampoco tendría idea de si es de día o de noche.
Pasos se comenzaron a escuchar y dedujo que probablemente ya era como las 6/7 de la mañana, la hora en la que usualmente Jennie alimenta a Lisa... Pero algo era diferente está vez, se lograba escuchar a dos personas bajar las gradas.
