Jennie una estudiante normal como cualquier otra, pero todos los viernes sin falta seguramente estaría matando algún delincuente en su sótano.
Lisa una chica que ha sufrido gran parte de su vida, parte de uno de los clanes más grandes, por casualida...
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- ¿Y bien?
Jennie continuaba en shock, no había palabras para describirla, se veía... Diferente... Ya no parecía una vagabunda, no tanto.
- ¿Jennie? ¿estás bien? - Volvió a hablar la menor tras unos segundos ya que se le hacía sumamente raro tener a Jennie mirándola fijamente por tanto tiempo, para nada le incomodaba, simplemente se le hacía raro.
Las mejillas de la castaña por unos segundos adquirieron un color carmín al darse cuenta de que se había quedado anonadada viendola - ESTOY BIEN - Respondió elevando inconscientemente el tono de voz.
Lisa simplemente le sonrió y volvió a hacer su pregunta.
- ¿Cómo me veo?
- Podrías verte peor - dijo y acto seguido tomó las esposas que había guardado en su bolsillo y esposó a Lisa - ¿Ya vendaste tu pierna? - Preguntó viendo claro relieve de la venda en el pantalón.
- Sí - Respondió Lisa manteniendo la sonrisa.
- Bueno, vámonos.
Tomó a Lisa de un brazo y nisiquiera fue necesario hacer fuerza para regresarla al sótano, Lisa era bastante dócil y agradecía eso, no es como que no pudiese con ella, simplemente de esta forma gastaba menos energía.
Bajaron las escaleras, caminaron hacia la pared en dónde se encontraban las cadenas y una vez ahí le aseguro una pierna.
- Antes de que lo olvide - Hablo Jennie habiendo terminado de encadenarla - Rosé me mandó algo para tí - Dijo a la vez que sacaba un conocido empaque de su bolsillo.
Casi al instante Lisa sonrió inmensamente - ¡Chocolate!
La mayor apretó los labios para no dejar salir su sonrisa - Te daré la mitad - Dijo partiendo el chocolate - El resto es para mañana - Se lo entregó.
- Está bien - Recibió el chocolate y comenzó a comerlo en lo que Jennie se ponía de pie y abandonaba el lugar.
(...)
- ¿No crees que ya es un poco tarde? - Preguntaba Jisoo acostada a lado de Rosé en aquella pequeña casa del árbol que tanto habían estado frecuentando estos últimos días.
Rosé simplemente sonrió y se giro para centrar la atención en Jisoo provocando que está se sonroje - ¿Te regañan si llegas muy tarde?
- No, solo preguntaba porque creí que quizá a tí si - Respondió Jisoo manteniendo la mirada en el cielo que poco a poco se iba tornando más oscuro, tratando de disimular el sonrojo.
- Para nada - Dijo Rosé sin quitar la vista de Jisoo - Es más, podría quedarme a dormir aquí y nadie me diría nada.
- Wooow - La morena giro e hizo contacto visual por primera vez desde que se habían acostado en aquella manta que a pesar de ser tan delgada aportaba algo de comodidad a esos rígidos tablones de madera que servían de piso en dicho lugar - Tus papás deben confiar mucho en tí.
