Jennie una estudiante normal como cualquier otra, pero todos los viernes sin falta seguramente estaría matando algún delincuente en su sótano.
Lisa una chica que ha sufrido gran parte de su vida, parte de uno de los clanes más grandes, por casualida...
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Jennie continuaba acariciando la venda ensangrentada, no le quitaba la vista de encima mientras que Lisa se limitaba a observarla en lo que aguantaba el dolor, porque claro que le dolía, ni terminaba de cicatrizar, obviamente aquel trato tan descuidado había mandando a la mierda la cicatrización de la herida.
Los minutos pasaron y la castaña continuaba con la mirada fija en la venda, y por un momento, por una milésima de segundo, Lisa sintio la mirada de Jennie cambiar, por un instante, sintió que veía la venda con preocupación, con verdadera preocupación.
- Estoy bien... - Se animó a decir.
Al momento la mayor levanto la mano y volvió a su típica expresión de indiferencia ya que no se había dado cuenta de la forma en la que estaba viendo la herida de Lisa.
- No me importa - Dijo en tono seco aún sin terminar de entender porque por un momento había quedado imnotizada, solo esperaba que aquella niña tonta no se haya dado cuenta de nada - Eso te pasa por hacerme enojar - añadió utilizando un tono más severo aún, entrecerró los ojos y acto seguido se puso de pie y abandonó el lugar sin siquiera voltear.
Lisa apretó los labios y bajo la cabeza en cuanto la vió subir por aquellas escaleras... Se veía tan despreocupada... ¿Cómo demonios había llegado a creer que le importaba? Ja, importarle a una criminal, que estúpida había sido.
Decidió acostarse contra la fría pared con su estómago gruñendo de hambre. Se acostó y cerró los ojos pero justo cuando estaba a punto de conciliar el sueño escuchó un fuerte golpe en el piso de arriba que la sobresalto, rápidamente una imagen de Jennie siendo atacada por alguien llegó a su cabeza, por un momento se abrumó pensando en millones de posibilidades pero todos esos pensamientos negativos desaparecieron en cuanto escucho a Jennie maldecir.
- ¡JODIDO POLLO! - Gritó y otro golpe fuerte se escuchó, Lisa no pudo evitar soltar una leve carcajada al imaginar la escena.
Pronto comenzó a escuchar las leves pisadas de Jennie moviéndose de un lado a otro, eran pisadas nada bruscas, nada que ver son su personalidad, simplemente se lograban oír gracias al inmenso silencio del lugar. Trató de acomodarse nuevamente para dormir pero sintió un fuerte dolor en su pierna cuando intentó hacerlo, no quería bajar la mirada pero inconscientemente lo hizo, su venda seguía llena de sangre, muy llena de sangre, tanto que incluso la sangre comenzaba a traspasar la venda llegando a gotear sobre el piso.
Ver la sangre provocó que se sintiera mareada, quizá por la impresión o porque había pasado más tiempo del que creía y por ende había perdido mucha sangre, porque sí, incluso había un pequeño charco de sangre bajo su pierna que gota tras gota aumentaba de tamaño.
Apretó los labios y teniendo en cuenta que nadie más que ella podía hacer algo al respecto, se acomodó de la mejor forma y tomo la corta manga de su camiseta para arrancarla y así poder hacer un torniquete o algo para detener el sangrado. La tomó, pero parecía imposible lograr dicho objetivo utilizando únicamente una mano, así que se sacó la camiseta para facilitar el trabajo.
