Descanso

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Era temprano por la mañana, la joven __________ se encontraba durmiendo en reposo del fuerte golpe que le fue proporcionado una noche antes.

El doctor que iba por el yeso del capitán, había subido a ver a la misma a causa de su amigo: Tintín.

-¿Cómo está doctor?- se acercó el de suéter azúl al mencionado -¿Se encuentra bien?

-Muy bien, en este momento solamente está durmiendo una plácida siesta sanadora- sonrió -con un reposo así y un poco de hielo de vez en cuando no debería llegar a más- acomodó su portafolio -es una joven muy fina, se le nota, ¿Cómo se involucró en algo que le causara semejante golpe?

-No se confunda, doctor- respondió -trato de defender algo que realmente no estaba ahí- comenzó a reír, era gracioso como ella protegió las joyas de la señora, cuando está misma, sin avisarle a nadie, las había bajado durante las entrevistas de la misma noche

-Pobrecilla- miró con desdén la puerta detrás, luego, la cerró -no se preocupe usted, pero si tendrá que descansar, como le dije, al menos una semana, un golpe así para ella es bastante dañino

-Oh...- miró preocupado y pensativo el suelo

-Me retiro, señor Tintín, buen día- despidió y se marchó después de un "hasta luego" del mismo

El reposo de la joven interfería con el vuelo próximo que tomaría la señora Castafiore al día siguiente, por lo que ella también debía irse.

Tocó la puerta de la joven, no recibió respuesta, no quería ser descortés entrando sin permiso, pero quería ver su estado, así que, evitando hacer ruido para despertarla entró en la habitación.

Yacía en su cama, cubierta con sus gruesos mantos y una pijama que se le notaba un color rosa pastel hermoso.

Sonrió inconscientemente al verla, notó como se movía repentinamente, salió como un rayo de la habitación.

Dió un suspiro al cerrar la puerta y luego se dirigió a la parte de abajo para comunicarle la noticia a los demás.

—¡Grumetillo!, ¿Cómo sigue la jovencita __________?— el capitán, quien ya podía andar sobre sus dos pies pues hoy mismo le habían retirado el yeso, se acercó al joven intrigado y preocupado

—¡Mi joven __________!, ¡Hii...!, ¡Dígame por lo que más quiera que está bien y sana!— la señora tenía un pañuelo en la mano

—Esta muy bien, pero el doctor recomendó una semana de descanso, creo que no podrá volar mañana con usted, señora— la miró desilusionado

—¡Oh, pobre de ella!, Me dijo que en Milán ella volaría a Verona después del evento en el salón La Scala— lo miro preocupada

—¿Cómo?— el pelirrojo se confundió —Creí que era como su mano derecha

—¡Y lo es!— refutó orgullosa —pero me ha contado mucho sobre su familia, su padre está en Verona, y quería visitarlo...— se limpió las lágrimas

—¿Pero ella no es escocesa?— el capitán se metió en la conversación

—Lo único que me ha contado es que su familia está separada en varias partes del mundo por alguna razón, su madre está en Vancouver, a quien visitaría también cuando fuéramos a Estados Unidos, y su abuela en la misma Escocia, en Aberdeen— los miró

Tintín sorprendido, había olvidado por completo el nombre de esa ciudad, quien obviamente coincidía con el de la joven, «seguramente esta relacionado con lo de su familia en diferentes países», pensó.

—Bueno, pero no nos preocupemos por ello, si gustan saber algo más tendrán que preguntarle ustedes, ya que tendrá que quedarse aquí— sonrió —se que quedará en muy buenas manos, mis amigos— soltó una risilla

El Secreto Escocés (Tintín & Tú)Where stories live. Discover now