El Secreto Escocés (Tintín & Tú)

Pistas

—Efectivamente Tintín, aquí hubo un intento de secuestro— mencionó uno de los hombres con bombín

—Así es, este pañuelo lo demuestra— alzó dicho con su bastón

—Lo sé, estuve aquí cuando todo ocurrió— rodó los ojos

—Bien, nos llevaremos la evidencia y el reporte para comenzar la investigación

—Y no se preocupe por su amiga, mientras estemos a cargo no le pasará nada

Tintín solo se limitó a soltar una pequeña risa y salió de la habitación buscando a el señor Carlton.

Habían pasado dos días desde que intentaron llevarse a la joven __________, el médico la revisó y resultó tener un par de golpes en las costillas, los cuales no sentía en el momento debido al efecto del cloroformo.

—Buenos días, señor Aberdeen— saludo gustoso el pelirrojo

—Buen día, señor Tintín, ¿Cómo van los agentes?

—Muy bien, llevarán el reporte y las evidencias para las investigaciones necesarias— detrás de él se escuchó una caída, seguido de un quejido

—¡Fernández, ten cuidado con la evidencia!— regañó el otro

—Pueden parecer un poco distraídos, pero se lo que le digo, son muy buenos— se encogió de hombros avergonzado

—Confío en usted... Oiga, ¿Cómo sigue mi pequeña flor?, Pensaba ir a verla está tarde, con tanto trabajo me es difícil aparecer por ahí desde ese día

—Muy bien, el médico le recetó reposo y un par de pastillas para el dolor— sonrió

—Que buenas noticias, entonces nos vemos ahí por la tarde— asintió

—¡Señor!, Tiene una llamada— Sandro subió para dar el mensaje, haciendo que Carlton se disculpe y bajé a atender

Tintín se quedó solo en el pasillo, pensando sobre la situación que había ocurrido hace dos días por la noche.

A pesar de que ya había pasado un tiempo, no había cruzado casi palabra con la joven, se la pasaba en reposo, ya sea durmiendo o simplemente leyendo algo.

Y el para no abrumarla, estaba prácticamente todo el tiempo afuera, este tiempo se lo ha pasado en la galería y con Tchang.

Pero desde ese día, la vió llorar por primera vez, la vió sufrir lo que realmente siente con toda esta situación que vive.

Además de que desde ese día, ya no se hablan de usted.

—¡Señor Tintín!— fue llamado por Carlton, por lo que lo atendió con la mirada —la llamada que recibí fue sobre uno de mis colegas, dice que habrá un espacio dedicado a las artes plásticas en el evento de cine de Cannes, muchos aportadores importantes del arte estarán ahí, por lo que pensé que también lo estaría ese señor Roberto— miró el suelo pensativo

—Muy bien pensado, señor Carlton, es una gran pista, les informaré a los agentes— caminó al estudio y tocó ligeramente la puerta, aunque estaba abierta

—¿Sucede algo, Tintín?— preguntaron ambos

—Creo que tengo una pista— sonrió

En el hotel Corona había una joven apagada y aún algo triste por lo sucedido, no quería estar tumbada en cama nuevamente toda una semana, quería salir a dar una vuelta.

Una llamada a la habitación desvió la atención de su libro.

—¿Hola?— contestó

—¿Cómo estás, pequeña flor?— ella sonrió ligeramente