¬ ᵉˡ ᵐⁱᵉᵈᵒ ʸᵃ ⁿᵒ ᵖᵘᵉᵈᵉ ᵈᵉᵗᵉⁿᵉʳᵐᵉ
ᵉⁿᶜᵒⁿᵗʳᵉ́ ᵐⁱ ᵛᵉʳᵈᵃᵈ ¬
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¿Qué hubiese pasado si Goku hubiera tenido una hija y ésta fuese la melliza de Goten?
Son Gorin y Son Goten siempre fueron muy diferentes. Uno de los ejemplos; Gorin jamás mostró alguna...
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Gorin abrió sus ojos y lo primero que vió fue el techo blanco. Extrañada, bostezó sentandose y miró a su al rededor.
Se encontraba en una cama en medio de su hermano y Trunks.
No era raro para ella, varias veces Trunks se quedó en su casa a dormir con ellos o al revés.
¿Entonces todo eso había sido un sueño?
Intentó recordar que es lo que último que hizo. Recordó a ese Majin Buu golpeando a Vegeta, también recordó que lo fueron a ayudar. Luego Vegeta golpeó a Trunks y Goten dejandolos inconcientes. A ella tambien la golpeó y se quedó dormida.
Tocó su mejilla y efectivamente le dolió.
- Auch... -Cerró los ojos del dolor.
Ok, parece que todo eso no fue un sueño.
Y también recordó a Gohan.
Se arrastró hasta bajar de la cama, Goten y Trunks seguían dormidos.
Pero, ¿a dónde iba?
No entendía que era ese lugar, ¿dónde estaba el señor Piccoro y su tío Krilin? A ellos también los recordaba.
Buscó sus zapatos para ponerlos, tambien quiso atarse su cabello pero no tenía ninguna cinta para hacerlo.
También tenía puesto un vestido blanco, ¿y su ropa?. Su ropa estaba algo rota pero, ahora no había ni rastro de ella.
Caminó hacia la puerta y la abrió para salir. Encontrandose con un comedor, lo supuso por la mesa llena de comida. Tenía algo de hambre, pero tenía que buscar a alguien conocido.
El lugar era muy extraño, todo era muy blanco y parecía una mezcla de antiguo y moderno.
Al abrir la puerta se sorprendió con lo que vió afuera. ¿Acaso todo el lugar estaba flotando? Abrió su boca sorprendida y caminó hasta el borde del lugar, mirando hacia abajo encontrandose con solo nubes.
- Esto si tiene que ser un sueño... -Habló segura.
Increíble.
- Oh, te has despertado, hija de Gokus. -Escuchó la voz de alguien.
Pegó un saltito del susto y se dió vuelta. Se encontró con un hombre color negro y vestido como un genio.
- Disculpe, ¿quién es usted? se parece a un muñeco...
- Debes seguirme, tu papá se encuentra afueras... -El señor le ofreció su mano a la niña.
¿Su papá?
- Eh... -Le parecía gracioso la forma en la que hablaba.- Mi mamá me dijo que nunca le dé la mano a desconocidos... -Dijo desconfiada.
- Entonces sigueme... -El señor comenzó a caminar.
