¬ ᵉˡ ᵐⁱᵉᵈᵒ ʸᵃ ⁿᵒ ᵖᵘᵉᵈᵉ ᵈᵉᵗᵉⁿᵉʳᵐᵉ
ᵉⁿᶜᵒⁿᵗʳᵉ́ ᵐⁱ ᵛᵉʳᵈᵃᵈ ¬
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¿Qué hubiese pasado si Goku hubiera tenido una hija y ésta fuese la melliza de Goten?
Son Gorin y Son Goten siempre fueron muy diferentes. Uno de los ejemplos; Gorin jamás mostró alguna...
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Corrió hasta el gran agujero, mientras escuchaba más explosiones.
Eran dos sujetos, uno alto de color rojo con cuernos y dos más de color verde y uno parecido a una rana mutante. El rojo parecía ser más poderoso según el ki.
Pero él ki de Freezer era el que más se sentía.
Tembló y gruñó..
- ¡Oigan! -Gritó enfadada.- ¿¡Que creen que hacen?!
Los tres se detuvieron y la miraron.
- Creo que es ella, señor Shisami. -Habló la rana.
- ¿Huh? -El rojo la miró fijamente.
- Tiene todas las características y además es el ki superior que sentimos desde lejos. -Dijo el de color verde.
- Esto no se los perdonaré. -Dijo enojada.- ¡Atacaron a mi escuela!
Voló hasta ellos y de una patada mandó a volar a la rana mutante. El verde al instante la atacó, Gorin lo esquivó y le dió un puñetazo en el rostro mandandolo al suelo.
Quedó frente a frente al de cuernos. Él sólo la miraba serio.
- Vendrás con nosotros, quieras o no.
- ¿Que? -Intentó golpearlo, pero el la sostuvo del brazo.
- ¡Gorin! -Escuchó el grito de Marrón.
Al instante los otros dos soldados llegaron de vuelta y miraron al rojo.
- Ataquen y detengan a la rubia. -Dijo el de cuernos sin soltar a Gorin.- Puede estorbar.
- ¿Ah? ¡suel...sueltame! -Se estiró para darle una patada en el rostro, aunque no le causó nada de daño.
Él de un fuerte movimiento la tiró al suelo. Los pocos estudiantes que habían, corrieron de ahí muertos de miedo. Gorin se estrelló contra el suelo partiendolo y se hundió en el agujero hecho.
Vió a Marrón ser atacada por ambos soldados, pero la rubia no se quedó con los brazos cruzados y comenzó a pelear con ellos.
- Agh... -Le dolió la espalda e intentó levatararse.
Pero él de cuernos se puso encima de ella y apretó su cuello contra el suelo.
- No debo matarte aún, pero si me gastas la paciencia lo haré. -Le hablaba enojado.
Gorin a pesar de ir perdiendo el aire, le sonrió con furia.
- Inténtalo si puedes. -Agarró el brazo del rojo y comenzó a apretarlo.
Shisami se quejó.
- ¿¡Gorin?!
Ambos miraron a su costado. A lo lejos, Ayame los miraba aterrada.
