¬ ᵉˡ ᵐⁱᵉᵈᵒ ʸᵃ ⁿᵒ ᵖᵘᵉᵈᵉ ᵈᵉᵗᵉⁿᵉʳᵐᵉ
ᵉⁿᶜᵒⁿᵗʳᵉ́ ᵐⁱ ᵛᵉʳᵈᵃᵈ ¬
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¿Qué hubiese pasado si Goku hubiera tenido una hija y ésta fuese la melliza de Goten?
Son Gorin y Son Goten siempre fueron muy diferentes. Uno de los ejemplos; Gorin jamás mostró alguna...
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Cómo habían planeado, Videl y lo niños se metieron en una especie de olla gigante, junto a más comidas como verduras y frutas, para que el monstruo vaya hacía ellos.
Estaban simulando ser comida.
- Me estoy muriendo de hambre, ¿me puedo comer algunos de los alimentos que estan como ofrenda? -Preguntó Goten.
- No, Goten. -Dijo Gorin.
- No puedes. -Contestó tambien Videl.
- ¡Es que no he comido nada desde la mañana!
- ¡Guarda silencio! -Susurró Videl retandolo.
- ¡Yo también tengo hambre! -Gritó Trunks.
- ¡Que niños tan escandolosos son, si tienen hambre váyanse a casa, yo me encargaré de esto!
- Noo mejor me quedo para ver cómo te come ese monstruo. -Dijo riendo Trunks.
- ¡¿Que fue lo que dijiste?! -Videl levantó la tapa furiosamente mientras los miraba.
- ¡Shhh! -Los tres niños la callaron.
Videl se calló y volvió a taparla para esconderse.
Pasaron algunos minutos dónde Goten y Trunks se morían de hambre, Gorin se estaba durmiendo y Videl estaba completamente atenta a todo.
- ¡Tenemos hambre, tenemos hambre! -Gritaron los dos niños.
- ¡No lo puedo soportar! -Trunks se levantó abriendo la olla y agarró una manzana que estaba como ofrenda y comenzó a comerla.
- ¡Yo tambien quiero! -Goten también quería hacerlo.
- ¡No lo hagas! -Le pidió la chica de ojos azules.
Goten no le hizo caso.
- ¡Goten! -Gritó Gorin.
A ninguna le hizo caso y quiso agarrar una manzana.
Pero no pudo ya que recibió una cachetada en su cara haciendolo caer otra vez en la olla.
Gorin suspiró, ya sabía lo que iba a pasar.
- ¿Por qué me pegaste, Videl? -Goten estaba con lágrimas en sus ojos.
- Porque no escuchas lo que te digo. -Videl dijo enojada, aunque arrepentida, ella no quería pegarle.
Pero Goten comenzó a llorar a gritos.
- ¡A mi sólo me pegaste y fue Trunks el que hizo la travesura! -Abrió la olla y comenzó a llorar hacia afuera.
- ¡Goten ya basta! -Le dijo Gorin enojada.
Pero Goten no le hizo caso.
- ¡Ya guarda silencio! -Videl le gritó enojada y preocupada.- ¡El monstruo te escuchará y vendrá a comernos!
