𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

1.5K 226 70
                                    

Giraste sobre tu eje contemplando tu nueva ropa en el espejo del cuarto de Izo, el hombre te había ofrecido hacerte algo de ropa para la fiesta, más bien borrachera con excusa de fiesta por celebrar que estabas allí. Él solo quería escaparse de tener que cargar con los barriles de cerveza así que se escapó contigo con el pretexto de darte un lindo atuendo para la celebración.

Pudo hacer algo decente con algunas telas que tenía por ahí tiradas, no es que fuera un costurero pero estar atrapado mucho tiempo en el mar te hacía querer aprender cosas nuevas y parecía bastante bueno arreglando su viejo kimono junto a otras prendas así que no fue sorprendente verlo hacerte un lindo atuendo con gracia y elegancia de manera bastante rápida.

─¿Puedes maquillarme también?

No es que te importara mucho pero verlo maquillado también te hizo querer hacerlo, y como nadie podía negarle nada a tu carita simplemente aceptó ponerte algo de colorete sobre tus mejillas junto con un poco de brillo labial.

─¡Listo! ¿Cómo te ves?

─¡Como una gran princesa pirata espadachina cocinera y médico super genial!

Izo solo pudo reírse ante la mención de tantas cosas, no conocía personalmente a los sombreros de paja, pero tenía claro que los apreciabas tanto como para querer imitarlos. La puerta de la habitación sonó haciendo que ambos mirasen hacia esta, abriéndose de golpe, Ace cayó de cara al suelo mientras que tu pájaro voló hacia ti de manera desesperada.

─¡Mi comida!

Jadeaste cuando viste como prendía su puño en una llama, teniendo un ligero recuerdo de Luffy tratando de comerse a tu preciado amigo, sabías que no debías dejar que Ace guardara tu bolso mientras Shiroi dormía.

─Mi amigo no es tu comida cabeza de almendra deshidratada.

─Caray, que lenguaje más mordaz para una niña.

─Me lo enseñan los chicos.

Izo ocultó su risa al ver como no habías entendido su expresión, verte enorgullecerte por tu vocabulario solo hizo que se riera más, sumado a la expresión que hizo puño de fuego le dio más ganas de reír de la situación. Después de unas disculpas por la segunda persona que pensó que tu pobre pájaro era comida los tres subisteis a la cubierta, todavía faltaban algunas cosas por preparar así que te dedicaste a jugar con Haruta, quién por el momento no tenía nada que hacer. Barbablanca solo pudo disfrutar de la desesperación de su hijo porque le estabas machacando al tres en raya, cansado de perder se dio por vencido, pero ni siquiera Jozu que casualmente pasaba por allí cargando dos barriles llenos de alcohol pudo vencerte en la mayoría de partidas.

Barbablanca estaba teniendo un momento de 'padre orgulloso' al ver como su ahora pequeña y única hija demostraba ser más lista que algunos de sus otros hijos mayores. Por que sí, a este pirata no le importó que ya pertenecieras a otra tripulación, solo con saber que Ace te tenía tanto aprecio te hizo estar bajo su protección sin siquiera tener que contemplar tu adorable cara.

La fiesta no tardó en empezar tiempo después, música, vítores, risas se podían escuchar por todo el barco, las personas que todavía no habían sucumbido ante el efecto del alcohol estaban bailando de manera extraña mientras que otros seguían tomando como barbaros, como el caso del capitán, que a pesar de su condición médica no derramó ni una gota de su bebida. Ace por otro lado estuvo contigo durante las primeras horas, sabiendo que ibas a recibir mucha más comida solo para ti, aprovechó sentándose a tu lado, robando comida de vez en cuando, no te importó en absoluto, acostumbrada a darle parte de tu ración a Luffy hiciste lo mismo con su hermano.

─¡Brindemos por nuestra nueva hermanita!

Cerraste los ojos por reflejo debido al aumento de tu audición justo en el momento inoportuno, haciendo una mueca pero sonriendo ampliamente al ver como todos festejaban algunos más conscientes que otros, Ace te hizo una pequeña señal para que te sentaras sobre su regazo por un momento, cuando lo hiciste miraste en silencio el pequeño cuenco que sostenía delante de ti.

─Si te lo bebes seremos oficialmente hermanos, vamos también Barbablanca será como tu padre.

Miraste en silencio el cuenco con sake, la palabra 'padre' hizo eco en tu mente, como si fuera algo olvidado, giraste la cabeza para ver al capitán del barco, que te ofreció una de sus mejores y más cálidas sonrisas, siempre tuviste una figura materna, siendo Makimo quien te guio durante tu corta vida, pero nunca pensaste que faltara ese hueco paterno, nunca te lo planteaste hasta ahora, pero Barbablanca había logrado que te sintieras tan a gusto y querida en tan pocas horas a su lado, su presencia fue muy reconfortante para alguien como tú. Al diablo, con todo el coraje que pudiste reunir le robaste el tazón de alcohol de las manos, llevándolo hacia tu boca para tomarlo todo de un buen trago, te arrepentiste de inmediato cuando la primera arcada vino.

No esperabas que fueran tan amargo, y lo peor, que quemase tanto tu garganta, incluso pudiste sentir cierto cosquilleo en la parte de tu labio inferior donde la bebida había hecho contacto. Trataste de reprimir las ganas de vomitar lo máximo posible porque todos tenían sus ojos puestos sobre ti, tu cara empezó a ponerse tan roja que algunos pensaron que habías dejado de respirar solo por no vomitar.

Lo peor fue cuando pensaste que todo había pasado, respiraste profundamente, levantando la vista sin mirar a nadie en concreto ya que no sabías exactamente a quien mirar, pero alzaste tus bracitos en señal de victoria, haciendo que la tripulación volviese a saltar llena de alegría, y tan pronto como todos celebraron y bajaste los brazos dejaste que todo saliera. Conteniéndote por mucho tiempo, tu cuerpo no soportó la sustancia venenosa que habías ingerido, decidiendo expulsarla justo en los pantalones de Ace. Por suerte los gritos parecieron opacar el sonido de tu agonía vomitiva, menos para alguien que sabría que esto iba a salir mal en un principio.

─Te dije que pusieras zumo o algún refresco, no alcohol-yoi.

Marco se cruzó de brazos, no iba a negar que disfrutó de la mueca de asco que hizo su compañero, pero sabía que a ti no te iba a sentar bien la ingesta de alcohol por primera vez, siempre es asqueroso. A este punto no sabías si escuchabas borroso o olías imágenes porque todo te daba vueltas, por no hablar del dolor en tu tripa y el mal sabor de boca, el doctor se acercó a ti cargándote entre sus brazos, frotó pequeños círculos en tu espalda tratando de distraerte con algo mientras iba a su consulta médica, te lavó la boca, haciendo que hicieras algunas gárgaras, dándote un caramelo para evitar el mal olor. Después de haberte atiborrado a comida y haberla sacado toda te sentiste extremadamente cansada, también porque ya era bastante tarde y la mayoría del día habías permanecido despierta sin siestas con Zoro, lo cual acumuló tu cansancio.

Marco te llevó hacia el cuarto de Ace, suponiendo que te todas formas el chico acabaría lo suficiente borracho como para dormir tirado en cualquier otro lado como muchas otras veces, o al menos no le importaría que durmieras con él. Te acunó en la cama de manera cuidadosa bajo tu atenta mirada, aún seguías algo desorientada, justo cuando iba a marcharse agarraste la parte baja de su camisa, haciendo que te mirase esperado a que hablases.

─Beso de buenas noches.

Las mejillas de Marco se tiñeron, sin esperar tener que hacer algo así, te miro en silencio preguntando si seriamente debía hacerlo, algo avergonzado, solo recibió un simple asentimiento por tu parte, se rindió por completo, mirando hacia la puerta para asegurarse de que nadie lo viera siendo un blando por un niño, ya que ni siquiera tuviste que rogar. Sus labios se posaron solo unos cuantos segundos en tu frente, cosa que te satisfizo lo suficiente como para dejarlo ir de una vez por todas. No es que fuera una costumbre para ti que te dieran besos de buenas noches, pero últimamente Sanji y Nami te estaban malcriando al querer dormir con ellos porque tenían que dártelo si querían dormir completamente a gusto.

─Jeje... beso de piña.

𝗙𝗿𝗲𝘀𝗵𝘄𝗮𝘁𝗲𝗿┃One Piece [HIATUS]Where stories live. Discover now