IMPERIO 59.

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Hace cuatro semanas que se inauguró Ivanova Enterprise, primero me centré en bienes raíces y esto va mucho mejor de lo que incluso tenía planeado. Por supuesto que estoy orgulloso de mí mismo y soy consciente de que valió la pena todo el maldito estrés por el que pase durante semanas.

Respecto a otras empresas preferí esperar un poco pues no pienso perder dinero por comenzar a comprar empresas sin verificar que sea factible. No espero generar millones de dólares así de la nada. Todo es cuestión de tiempo y la verdad es que no me urge el dinero, pero tampoco pienso dejar hundir esto que me causo mucho estrés.

Hats tiene la idea de tener su propio salón de belleza y un laboratorio en dónde se formule y manufacture maquillaje. De hecho, es buena idea, pero aún no quiere concretar nada hasta después de que llegue Samadhi que de hecho debió ser hace cuatro días.

La ginecóloga nos advirtió que si el parto no iniciaba en una semana lo iban a inducir. El punto es que el estrés no me deja. Cuando no es Ivanova Enterprise es mi hija y su madre.

Aunque quiero ir despacio con las inversiones todos los días tengo reuniones con personas que quieren inversionistas para su empresa, financiar productos y demás. Muchas personas buscan un inversionista que básicamente se vuelva el principal de sus empresas.

Mariana se encargó de conseguir una asistente para mí o me iba a volver loco. Su nombre es Karime y supongo que mamá las entrevistó no es ni de cerca mi tipo de mujer lo cual es excelente pues me evito problemas con la fiera que vive conmigo. Es decir, Hats.

— Señor Ivanova, su reunión comienza en quince minutos.

Aún no me acostumbro a eso de señor no tengo ni veinticuatro años. Karime hace muy bien su trabajo, definitivamente mamá no se equivocó en elegirla a ella, ha sido de mucha ayuda para mí, no deja que me vuelva loco entre tantos asuntos pendientes, pero sería perfecta si me pudiera leer la mente.

— La empresa de marketing. — Frunzo el ceño. — MAD Digital.

Al parecer ya comienza a leer un poco mi mente. Si lo logra, juro que le subo el sueldo.

— Gracias Karime. — Sonríe y sale de mi oficina.

Andrei siempre quiso el trono del Imperio de papá, sentarse en su sillón. Yo no. Yo quiero mi propio trono de mi propio Imperio y sé que lo voy a tener en un futuro, no me interesa el sillón de papá pues tengo el mío. Tengo una oficina en un prestigioso edificio en Manhattan y nadie me puede venir a decir que todo esto es gracias a alguien más.

No me voy a conformar con ser igual que mi papá, yo quiero ser mejor que él, pero a mi manera. ¿Por qué esperar a que me den la dirección general del Corporativo cuando puedo ser el director de mi propia empresa? ¿Por qué competir con mi papá? No es lo que quise jamás.

Es por eso que Andrei y yo somos tan distintos. Yo jamás me voy a quedar sentado esperando a que llegue un edificio con empleados, negocios y capital suficiente para mantenerlo.

Manuel, Alan y Dariana son los dueños de MAD Digital, no han podido expandirse por falta de capital, tienen muchas deudas, pero hacen un trabajo excelente y por eso buscan inversionistas. Tienen proyecciones a futuro bastante ambiciosas y eso es lo que me gusta, pues son como yo. No se han quedado de brazos cruzados o han abandonado lo que iniciaron, quieren seguir adelante, buscando alternativas hasta quedarse sin alguna.

— Como tal ahora no estoy invirtiendo. — Dariana frunce el ceño. — Quiero comprar MAD Digital.

— Nuestra empresa no está a la venta. No es lo que buscamos y creo que lo dejamos claro, simplemente necesitamos capital para seguir funcionando como lo hemos hecho desde hace algunos años.

AIDAN. (Imperio #3)Where stories live. Discover now