AIDAN. (Imperio #3)

IMPERIO 81.

Mamá se pone en cuclillas para estar a la altura de Irene que la observa fijamente con los ojos llenos de lágrimas y la abraza. Mientras papá permanece a su lado sin decir una sola palabra. Tiene la mandíbula apretada y todo su cuerpo está en tensión.

Unos segundos después aparece el ejército de nanas para llevar a todos los niños al jardín. Mis papás se ponen de pie en medio de la sala y no sé por qué nadie ha dicho nada todavía. Ellos no hablan, nosotros no hacemos ni una sola pregunta.

Hats pasa su brazo por cintura y no me había dado cuenta que ni siquiera estaba respirando con normalidad. Me da un beso en el hombro susurrando un Tranquilo mi amor.

— ¿Está en la estación de policía? — Keysi es quién rompe el silencio, pero mamá niega.

— ¿Entonces en dónde está Andrei? — Continúa Aitana, pero no obtiene respuesta.

—¡Por Dios! Digan algo. — Presiona mi abuela Alicia con impaciencia.

— Muerto. — La frialdad de la palabra de mamá me causa escalofríos.

— ¿Qué? — Es lo único que sale de mis labios en un susurro de sorpresa.

— Andrei está muerto. — Repite papá con más firmeza.

Y eso enciende el interruptor de las lágrimas de Keysi, mis abuelas y hermanas. Mientras que el resto no dice ni una sola palabra.

— ¿Cómo? — Pregunta Aarón.

— La cabaña se incendió hace dos días con él dentro.

Los ojos de mamá están rojos, pero sigue reprimiendo las lágrimas. Esta vez de verdad está en shock y nadie me puede decir lo contrario.

— Llevó una vida a cargo de un centro de quemaduras. — Habla mi abuela Alicia con la voz rota. — ¿En qué hospital está?

— Alicia, no lo entiendes. Ni el mejor centro de quemaduras va a poder hacer algo. — Continúa papá. — Andrei murió calcinado. La policía canadiense me contactó hace dos días después del reporte de incendio. El auto de Andrei estaba cerca de la cabaña, estaban identificaciones, mucho alcohol y cocaína en el interior.

— ¿Y lo dicen hasta ahora? ¿Esperaron dos días? — Acusa mi abuela Karina.

— Era imposible reconocer el cuerpo. Tomamos la decisión de informales de la situación hasta que lo identificaran. No hay duda, revisamos todo el peritaje. Andrei está muerto, no necesitamos más seguridad y todos pueden regresar a su casa en el momento en que lo decidan.

¿Pero qué mierda está diciendo?

— Mamá. — Me mira con un suspiro.

— Ahora no mi amor. Estoy muy cansada, fue un vuelo largo.

— ¿Pero qué carajo te sucede Aisley? — Le grita mi abuela Alicia. — Tu hijo acaba de morir y lo tomas como si no sucediera nada.

— Lo único que sucede mamá es que todos se pueden ir. Quiero que lo hagan y no quiero un interrogatorio. Así que ahora no.

— Si, ahora sí. — Tomo su mano antes de que se vaya.

— Aidan, suéltala. — Me advierte papá.

Impido que me toque y me llevo a la fuerza a mi mamá de ahí hasta su despacho que parece la habitación de las gemelas. Todo es rosa.

— Mi amor, todos necesitamos descansar. Aún tenemos que darle la noticia a Jason e Irene. Por favor, no lo hagas más complicado.

— Llora. — Me mira con el ceño fruncido. — Mamá, llora. Quiero que llores.

— No. — Me sigue mirando con el ceño fruncido.