13;

407 36 0
                                    

El búnker se encontraba en silencio, a pesar de haber estado lleno de gritos apenas unos minutos antes cuando los hermanos tuvieron una fuerte discusión sobre Aurora y todo lo que implicaba intentar detenerla. Castiel los había visitado brevemente tras enterarse de lo sucedido en el templo, también para avisarles que el cielo ya no tenía intenciones de ayudarlos luego de ver como uno de sus lugares sagrados era reducido a nada, desde entonces el ángel había anunciado su viaje para encontrar una forma de despertar a Jack. Aunque los Winchester no estaban de acuerdo con el viaje de su amigo en esos momentos, era cierto que necesitaban despertar a Jack si querían ganar aquella pelea.

Dos días después de la partida del ángel y el encierro autoimpuesto de Dean en su habitación, Sam se concentró en buscar una forma de acabar con Aurora, su búsqueda había sido tan intensa que lo llevó a investigar en bibliotecas al otro lado del mundo. Más de una vez la idea de dejar todo y esperar a que los problemas se resolvieran por sí mismos, pero Sam no podía hacer eso, no después de haber detenido el apocalipsis en más de una ocasión.

Sobre la mesa de la biblioteca se encontraban diferentes libros abiertos al azar, papeles que seguramente eran documentos importantes, y cajas que contenían otros libros y documentos que había comprado por internet. El dolor de espalda lo estaba matando lentamente, pero no quería detenerse hasta encontrar algo que los ayudará, si se detenía ahora no podría dormir hasta que todo acabará.

"Leyendas dicen que la primera espada de arcángel es capaz de matar a cualquier ser sobrenatural, incluyendo aquellos cuyo poder es similar al de Dios mismo."

Sus ojos se quedaron fijos en aquellas líneas, mientras su cerebro intentaba procesar la información, el cansancio de sus ojos y el dolor de espalda que segundos antes lo atacaba desaparecieron por completo al darse cuenta que había encontrado la solución a sus problemas. El solo pensar en que por fin tendrían algo de paz lo hacía querer dormir hasta que el próximo problema tocará a su puerta.

—¡Dean!

Por primera vez en días utilizó su voz, su garganta comenzó a picar tras haber gritado después de varios días sin siquiera hablar, pero ignoró cualquier molestia para enfocarse en la información que el libro le brindaba. Pasos rápidos se escucharon por uno de los pasillos que llevaban a la biblioteca anunciando la llegada del mayor de los hermanos, Sam se levantó de su silla de forma abrupta haciendo que los huesos de su espalda hicieran un sonido de protesta, pero otra vez lo ignoró por completo.

—Encontré la forma de terminar con esto—mientras hablaba sus manos tomaron el libro con la misma delicadeza con la que se tomaría a un bebé—, tal vez creas que es poco, pero es algo.

El mayor de los hermanos se acercó a la mesa y arrebató el libro de las manos de su hermano, pasando por alto la delicadeza con la que su hermano lo había tomado segundos antes.

—Ya sabíamos que la espada era importante, pero no tanto.

—Tenemos que llamar a Castiel, tal vez él sepa algo.

El menor estiró su brazo para tomar su teléfono, pero el repentino apagón en el bunker lo hizo detenerse, en cuestión de segundos una alarma comenzó a sonar y luces rojas iluminaron el bunker anunciando la entrada forzada de un ser sobrenatural. Los hermanos compartieron una mirada antes de comenzar a moverse hasta el vestíbulo del bunker, ambos con armas en sus manos dispuestos a disparar a lo que sea que fue capaz de destruir las protecciones de su hogar.

Pasos comenzaron a resonar por el pasillo que llevaba a las habitaciones, eran pasos calmados, casi como si la otra persona no tuviera miedo de encontrarse de frente con ellos, a medida que los pasos se acercaban la silueta de una persona se hacía cada vez más visible hasta que se convirtió en una silueta que ellos conocían muy bien.

the first archangel. ( supernatural )Where stories live. Discover now