16;

320 33 0
                                    

Tras el fallo de su misión en el bosque encantado los Winchester y Jack regresaron al búnker donde Castiel los esperaba con alivio presente en todo su ser, la primera acción del ángel había sido abrazar al niño que consideraba su propio hijo. Sam y Dean les habían dado su espacio antes de darles las malas noticias a su amigo, en ese momento la desesperación se apoderó del ángel que decidió sacar su frustración rezándole a su padre para exigir su intervención.

Claro que Chuck no le respondió, como era de esperarse.

En el búnker se podía sentir un ambiente depresivo, el silencio que llenaba el lugar era casi asfixiante y nada tolerable para ninguno de sus habitantes. Jack era el único que no se había retirado a su habitación, él decidió sacar sus penas comiendo su cereal favorito en la cocina aprovechando que Sam y Castiel estaban ocupados buscando una forma de solucionar todo y no podían regañarlo por comer de más. Estaba por terminar su tercer plato de cereal cuando las luces del búnker se apagaron y las luces rojas de la alarma iluminaron la cocina acompañadas del sonido estridente de la misma, todo su ser se activó junto con la alarma al sentir un poder superior al suyo tan cerca.

—¡Jack!—la voz preocupada de Castiel resonó por el pasillo más cercano a la cocina—¡Jack!

Dejando su comida para después el nefilim ignoró los llamados de su padre y se transportó a la biblioteca del búnker con sus alas, en el lugar todo parecía estar en su lugar, no había señales de peligro. Estaba por descartar lo sucedido como una falsa alarma hasta que una sombra apareció sentada en una de las sillas de la biblioteca, por instinto sus ojos brillaron demostrando que estaba más que listo para acabar con la persona que había ingresado sin permiso alguno a su hogar.

—Tranquilo Jack, vine a ayudar.

En ese momento Sam, Dean y Castiel aparecieron desde diferentes pasillos, los tres armados y listos para defender su hogar de ser necesario. La repentina, pero esperada, presencia de su familia cerca de la amenaza puso a Jack aún más tenso, el miedo de no poder protegerlos se apoderó de él y casi le nublo la mente.

—¿Chuck?—La voz confundida de Castiel hizo que todos se detuvieran.

La alarma dejó de sonar y las luces volvieron a la normalidad revelando a un hombre que parecía ser más bajo que el mismo Jack, el nefilim parpadeo un par de veces mirando entre el hombre y su padre esperando una explicación. Dean fue el primero en moverse cuando la identidad de el intruso fue revelada, su enojo era evidente para todos y Sam se acercó a su hermano para intervenir de ser necesario.

—¿Qué rayos estás haciendo aquí?

—Se que Aurora está despierta—Chuck se recostó en la silla mientras hablaba—, y también se que tiene la espada.

—¿Por qué ahora?—Sam preguntó antes de que Dean pudiera siquiera decir algo—¿Por qué no antes? Necesitamos tu ayuda cuando despertó.

—Realmente no podía ser de mucha ayuda...

—Podías encontrar la espada antes que ella—Castiel avanzó un par de pasos en dirección a su padre.

—La verdad es que ni yo sabía donde estaba la espada—Chuck se levantó de su lugar y comenzó a caminar hasta uno de los estantes llenos de libros—, solo Miguel sabía dónde estaba la espada.

—¿Miguel?

Ante la pregunta del nefilim cuatro pares de ojos se voltearon en su dirección y un silencio nada cómodo reino en la biblioteca, cuando Chuck se giró en su dirección con un libro en sus manos Castiel se movió para ocultar a Jack de la vista de su padre.

—Instinto paternal—notó Chuck observando a su hijo—, es bueno saber que tu tiempo con los humanos sigue haciéndote bien.

—Ignora al nefilim, no pienses acercarte a él.

the first archangel. ( supernatural )Where stories live. Discover now