Me before you

1.1K 58 1
                                    

El amor que realmente vale es el que sientes hacia ti.

Aquella frase me tomo un tiempo entender el enorme significado que tenía detrás y, sobre todo, aceptar que era algo que no aplicaba en mi vida. Cuantas veces pensé que no merecía algo, sintiéndome menos, insuficiente, tener miedo del que dirán los demás, cuantas veces no quise dar un paso atrás por miedo, por no sentirme capaz. Y darme cuenta de que me faltaba amor propio fue la peor bofetada de realidad que la vida me pudo haber dado.

Todo en exceso es malo.

Esa me la sabia de memoria después de repetirlo una y otra vez, sabía que la única forma era hacer mi mayor esfuerzo para alejarme de todo eso que me hacía daño. Ese es el proceso por el cual he pasado estos últimos meses.

Mi propósito consistía en ayudarme a mí misma, parecía una tarea fácil, pero no lo ha sido. Al parece somos mejores ayudando a los demás porque cuando se trata de nosotros mismo es lo más difícil que puede existir. Porque nos resulta casi imposible reconocer nuestros errores, ver en lo que hemos fallado y querer hacer algo al respecto para estar bien, alejarnos de todo aquello que solo nos perjudica. No pensé que tuviese un problema hasta que me lo dijeron, luego no lo quise aceptar y caí en cuenta de que solo me estaba haciendo daño a mí y a nadie más.

Tenía que ver por mí. Dejar ir todo eso que me hacía daño, soltar.

Como mi problema con el alcohol, no bebía porque sabía lo que le producía a mi cuerpo, esa sensación de estar bien que solo duraba muy poco, qué tal vez me daba el valor para hacer ciertas cosas que cuando estaba sobria no hacía, eso no me ayudaba en nada. Debo de hacer las cosas sin miedo, sin necesidad de un incentivo exterior cuando mis motivos deberían de ser suficientes. Me aleje de esos excesos, principalmente las fiestas, hacia demasiado tiempo que no estaba en ese ambiente porque no me sentía totalmente lista para afrontar aquello que no podía hacer. Las tentaciones y recuerdos simplemente me atormentarían en el segundo que pusiese un pie dentro de una fiesta arrastrándome de nuevo al agujero del que estaba saliendo o algo así.

Sigue presente el evento que me marco demasiado, el abuso sexual que sufrí meses atrás. Si bien lo he trabajado desde que ocurrió, debía enfocarme en dejarlo ir si no quería traerlo arrastrando porque es lo que había hecho todo ese tiempo, me centre en otras cosas para ocultar ese sentimiento. Lo estaba soltando, todo se estaba uniendo, formando un camino firme para que mis sentimientos se fueran recuperando poco a poco.

El problema es que había algo que no podía dejar ir.

Que te niegas a dejar ir.

Suspiro mirando al frente queriendo no recordar eso. Me he perdido en mis pensamientos que no he prestado nada de atención a las personas que se movían y hablaban de manera exagerada en el escenario. La obra de primavera es un deleite para los ojos de todos, pues se esmeran en recrear los escenarios que eran parte de la antigua Grecia. Bastante irónico, pensé.

Era una recreación de la vida donde existían los Dioses, poderosos, invencibles con historias de amor, odio, rencor, avaricia y tragedia. Regidos por normas diferentes a las que conocemos ahora y, sobre todo, como es que peleaban por el amor, tenían más de una pareja e incluso sabiendo eso se terminaban enfocando en aquel amante que los veía más allá de lo que era, dejando el poder, la riqueza y sus habilidades, al igual que belleza de un lado. Simplemente se enfocaban en la persona que realmente era, es decir, con problemas y todo, así se amaban. Algunos en secreto y otros como un amor imposible, pero mis favoritos son los que se amaban con intensidad.

Por cosas así no podía soltarlo.

Una vez que alguien ve esa parte de ti donde estas en una situación como lo que ocurrió te deja pensando demasiadas cosas y sobre todo, que ha visto cada parte de ti, cada faceta y se ha quedado, técnicamente porque no huyo por mí, sino por cuestiones de la vida, recordatorio constante que vive en mi mente desde que se fue.

No me digas que me quieres [2]Where stories live. Discover now