7

563 34 24
                                    

Aguas profundas

No quiero levantarme de la cama el día de hoy

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No quiero levantarme de la cama el día de hoy. La llamada seguía presente dentro de mi mente generándome demasiada ansiedad porque sabía que debía estar a más tardar esta semana que iniciara allá y me revolvía el estómago de solo pensarlo, aunque no tenía opción. Paso mis manos por la cara, exhausta, es de mañana un sábado, no tengo planes para este fin de semana y por lo tanto mi cuerpo quería permanecer de esta forma, pero si tenía cosas que organizar del juicio. Asi que me obligo a levantarme, me estiro y bajo por algo de comida, mi estomago pedía despavoridamente comida y es porque pasa del medio día, en mi defensa ayer no podía dormir.

Me siento bostezando mirando mi cereal, no hay nadie abajo y no tengo ni la menor idea de en dónde están las chicas, pueden seguir durmiendo o no se encuentran en casa, pero todo está bastante silencioso. Al terminar regreso a mi habitación para ordenar el pequeño desastre que tengo, cada vez es menos, la ropa ya no está esparcida y solo hay una pequeña pila sobre la silla de mi escritorio. Me encargo de guardarla y apilo un par de libros que debo regresar a la biblioteca.

Tomo un baño y me pongo unos shorts que casi llegan a la rodilla con un top gris de cuello alto sin mangas, creo que al fin he conseguido despertar asi que me pongo con mi computadora a revisar la información para el caso, leo lo que ha mandado Baron y al leer uno de los archivos, recuerdo que debo hacer algo. Busco mi teléfono y marco enseguida esperando a que responda.

¿Qué sucede?

—Necesito tu ayuda —digo tecleando sobre la computadora dejando el teléfono en altavoz a un lado mío.

¿Todo bien?

Suelto un sonido de afirmación concentrada en lo que acabo de poner.

—Solo quiero que me ayudes con unas cosas.

¿Con qué?

Ruedo los ojos porque pregunta demasiado, sé que es algo que hago, pero Max se pone muy pesado en situaciones así.

—Es para el juicio —murmuro.

Deja un largo espacio de silencio que me hace voltear hacia mi teléfono para asegurarme que sigue en la llamada.

Cuenta con ello.

—¿Podemos vernos más tarde? —digo y me aclaro la garganta— para que te hable sobre eso.

Claro.

—Iré a tu casa —digo porque no podía verlo aquí.

¿Quieres que pase por ti?

—No, llegaré a ahí.

Accede y me dice que vaya en un par de horas ya que está haciendo unos pendientes, no me da muchos detalles ni yo pregunto porque realmente no son de mi interés y estaba mejor no saber que está haciendo por el bien de ambos.

No me digas que me quieres [2]Where stories live. Discover now