ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ 2

3. VAINILLA (KSJ)

Sus labios eran suaves y acolchados, con un sabor particular a cerezas debido a la goma de mascar que solía usar, su tacto era tierno y delicado, como si yo fuera una frágil y preciosa pieza de arte que él temiera romper, su amor me era suficiente, era más de lo que había pedido y querido para mi.

Sus manos se afianzaron en mi cintura y nuestros labios se separaron tras un chasquido, dejando un rastro húmedo y dos pares de labios inflamados.

-Eres lo que más amo- le escuché susurrar cerca a mi oído.

-Tú eres lo mejor de mi vida- respondí abriendo mis ojos, su imagen era entre tierna y sexy. Sus ojos se mantenían brillosos, sus cabellos desordenados y sus labios rojos e inflamados.

-Amor, ya es hora de irme- mencionó luego de unos minutos en los cuales mis ojos no dejaban de escanearlos.

-¿Podrías quedarte un poquito más?- predí -Por favor~-

-Es lo que más quisiera mi vida preciosa pero debo volver a la base antes del anochecer, sabes como funcionan los permisos-

-No veo la hora en que puedas regresar definitivamente a casa- dije bajito.

-Yo tampoco- respondió -Así como tampoco puedo esperar para convertirte en mi esposa y tener nuestros hijos-

-No digas eso SeokJin, que me dan ganas de amarrarte aquí- golpeé levemente su hombro y le escuché reír -Debes cuidarte mucho, ¿sí?- pedí -Escríbeme amor, prometo leer cada una de tus cartas y responder-

-Lo prometo cariño- sentí sus labios en mi frente -Ahora, debo irme- dijo -Tú también debes cuidarte mucho, ¿bien?-

-Haré mi mayor esfuerzo- dije y ambos nos colocamos de pie. Con mis manos intenté arreglar un poco su cabello y aquél uniforme verde que estaba fuera de su lugar.

-Ven aquí mi amor- pidió cuando mis manos apretaron con fuerza su ropa y mi respiración se volvió un poco más inestable. -Te prometo que estaré bien mi amor, debes calmarte-

-L-lo siento, esto siempre será dificil- suspiré.

-Te amo- dijo cuando mi rostro quedó cerca al suyo -Voy y vuelvo- murmuró antes de besar castamente mis labios.

-Yo también te amo- respondí cuando estuve libre y no pude evitar dejar un beso en su frente, viendo de paso como sus mejillas y orejas se tornaban un tanto rojas. Ambos sonreímos y luego él se fue.

[...]

Habían pasado dos meses y no había tenido comunicación con Jin, nada de cartas, nada de llamadas, nada de visitas y me comenzaba a preocupar.

El sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos. Al abrirla se encontraba un hombre un tanto mayor vestido completamente de negro pero con varios escudos e insignias sobre su pulcro traje además de una bohina en su cabeza.

-¿Señora Kim?- preguntó y asentí.

-Soy el coronel Jackson Wang, ¿me permite pasar?-

-Adelante- asentí antes de darle paso.

-He de suponer que mi visita en este lugar le causa algo de intriga- dijo y asentí.

-Y no de una buena- hice saber -No sé si es porque he visto muchas series o películas pero cuando un miembro de alto rango del ejercito aparece en tu puerta cuando tu pareja es un miembro activo del ejercito no es nada bueno-

-Pues al parecer aquellas películas han acertado un poco- respondió luego de un suspiro -Bien. Hace un mes nuestra base a las afueras de Busan fueron atacadas de forma inesperada, algunos soldados murieron...-

-No me diga...-

-Y otros más fueron capturados. Afortunadamente el capitán Kim fue uno de los capturados- dijo y bufé.

-¿Es en serio? Joder, ¿debo estar agradecida que de que lo hayan secuestrado y no matado? No me joda- me coloqué de pie.

-Lamentamos lo ocurrido pero cualquier cosa es mejor que estar muerto- dijo el hombre incómodo.

-Ni siquiera sabe si lo está, ¡Joder! Está capturado, no sabe en qué condiciones lo tienen-

-Él es un hombre fuerte, el mejor de nuestros soldados, no debe preocuparse-

-No debo preocuparme....- murmuré masajeando mis sienes -Necesito que se vaya de mi casa ahora mismo-

-No quería incomodarle- se levantó e hizo una ligera reverencia -Le mantendremos al tanto del paradero del capitán- dijo más no le respondí y tan solo el sonido de la puerta cerrándose se dejó escuchar.

¿Tenía miedo? Eso era poco, temía por lo que le podía pasar a Jin, si bien era uno de los mejores en su oficio habían cosas que simplemente no se podían superar.... u ocultar.

Tomé el teléfono y marqué a la persona a la que le confiaría mi vida.

-Namjoon...-

-¿Qué es lo que ha ocurrido?- la grave voz se dejó escuchar del otro lado.

-Necesito que reunas al equipo, ellos tienen a Jin-

-¿Cómo estás tan segura de que son...?-

-Recibí amenazas hace un par de semanas, ellos quieren que vuelva pero no puedo permitirmelo-

-Mierda, ¿sabes que está entre la vida y la muerte, no?-

-Por eso necesito que seas rápido- suspiré -Necesito al equipo reunido en más tardar tres horas-

-Pero Yoongi está en Nueva Zelanda-

-Me importa un carajo, llámalo y dile a ese idiota que lo quiero aquí lo más pronto posible-

-Como usted ordene jefa-

-Y Nam...-

-¿Sí?-

-No quiero a Taehyung involucrado en esto-

-Pero ____, es uno de nuestros mejores hombres- señaló.

-Y fue el mismo que intentó asesinar a Jin por sus estúpidos celos- bufé -No confío en él- mencioné y le escuché suspirar.

-Está bien, se hará sin él- respondió.

-Te debo una grande- dije

-Ya tendré tiempo para cobrarmelas- dijo y casi pude ver su imagen sonriendo de aquella forma tan perversa.