14. ALEJANDRÍA (JH)

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Leer hasta el final.

Jung Hoseok, era conocido como el príncipe mestizo. Una combinación entre sus antespasados egipcios y los asiáticos y único heredero de las tierras de Alejandría, en el antiguo Egipto.

Hoseok era lo que se consideraba "perfecto" a los ojos de muchos, era un hombre valiente, buen soberano y humilde; lo tenía todo, sin embargo existían otros que pensaban que a aquellas cualidades le hacía falta el toque femenino, no toleraban la promiscuidad de su rey y era por ello que el consejo real había solicitado que el joven fuera desposado, alegando que estar en una unión marital le traería un mayor grado de madurez y prosperidad.

-Mi señor- llamó su hombre de confianza, Kim Namjoon. -¿Qué piensa hacer con lo que ha solicitado el consejo?-

-Namjoon- llamó y el otro le ayudó a despojarse de su pesada capa y aquella ostentosa corona -Te conozco desde que éramos niños, hemos sido grandes amigos desde entonces, ¿cuándo dejarás de llamarme de esa forma?- preguntó.

-Sabe que no puedo faltarle el respeto- mencionó y el rey bufó.

-Por lo menos deberías tutearme- señaló -Y respondiendo a tu pregunta, no sé en dónde conseguiré una esposa- suspiró -Aquella chiquillas que se me han presentado no son más que personas interesadas. Atraídas por las joyas que pueden llegar a obtener y el título de peso-

-Lo entiendo pero sino quieres que el consejo intervenga y no de una buena forma, debes tomar una decisión- habló Namjoon.

-He estado pensando en una unión estratégica- murmuró -Un matrimonio arreglado... quizás con el reino de Min o el de Kim, incluso el de Park sería una buena opción-

-No creo que sea una buena idea... sus hijas, a pesar de ser hermosas señoritas son eso precisamente; señoritas muy jovenes-

-Mis padres se casaron a los 14 años-

-No podrían consevir- refutó su mano derecha -Debes pensar en algo más-

-Ahg  por ahora no quiero hacerlo- respondió Hoseok fastidiado, ¿por qué simplemente no se podía quedar con su soltería? No necesitaba de una fémina para seguir llevando su reino hacia lo mejor, había hecho un excelente trabajo, había cerrado negocios y uniones importantes entre los reinos más pequeños, ¿en qué le beneficiaría casarse? No lo creía importante. -¿Mi caballo está listo?- preguntó luego de algunos minutos.

-No lo está mi señor pero en este momento me pondré en eso- mencionó Namjoon y él asintió.

-Asegúrate que sea de forma discreta. Deseo ir al pueblo, a la biblioteca específicamente pero no quiero a una muchedumbre acechando mis espaldas-

-¿Saldrá disfrazado otra vez?-

-Solo iré con ropa modesta, nada llamativo. No deseo llamar la atención, quiero un poco de paz-

-Mi señor no creo que...-

-Te he dado una orden Namjoon- frenó Jung.

-Sí mi señor- respondió el sirviente antes de hacer una pequeña reverencia e ir a preparar todo lo que su señor podría necesitar.

[...]

Luego de lograr salir de mi palacio me dispuse a recorrer las calles de mi amada Alejandría, reparando el trabajo humilde pero valioso que sus habitantes realizaban con eficiencia, todo parecía estar de forma correcta hasta que los gritos furiosos llamaron mi atención.

A las afuera de la iglesia central se encontraba un pequeño grupo de personas con armas en sus manos, variaban entre garrotes e incluso metales afilados, rodeaban a una mujer de ropas arapientas y cabellos largos, señalaban entre gritos que aquella era una bruja.

ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ 2 Where stories live. Discover now