13. HADES (MYG)

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Un deseo has pedido y el dios de la muerte lo ha escuchado, tendrás lo que tanto has anhelado pero un pequeño precio debe ser pagado...

[...]

-Oh Hades, dios de la muerte, de la pena y el dolor, por favor escucha la súplica de mi alma, esa que pide por tu favor- aquellos eran las plegarias de una desesperada mujer al borde de un puente -Prometo entregarte mi cuerpo y alma pero haz que mi anhelo se vuelva posible- murmuró -Hades, hermano de Zeús, el dios olvidado y rencoroso, yo te invoco- pidió mirándo por última vez hacia atrás antes de dejarse caer de lleno a las frías aguas de aquel río.

En cuanto su cuerpo entró en contacto con el agua pareció sentir como si miles de pequeñas cuchillas se inscrustaban en su piel, causándole un dolor que antes no había sentido, no luchaba contra la corriente, al contrario, esperaba que la gravedad tan solo la llevara al fondo y que sus pulmones no colapsaran antes de que el dios de la muerte escuchara su petición.

Sus ojos se mantenían abiertos, atentos a cualquiera pequeña cosa que pudiera pasar y así fue, algo que no podía identificar se acercaba a ella con gran rapidéz, no sabía qué era o si lograría salir de aquello con vida. Cuando aquel cuerpo extraño estuvo a solo centímetros de ella, pudo deslumbrar una pequeña y tétrica sonrisa, después de eso todo fue dolor y oscuridad.

[...]

Sentía como el agua invadía sus fosas nasales y luego se posaba en sus pulmones, respiró profundo y la tos en su sistema le hizo despertar.

¿Por qué estaba en casa? Si lo último que recuerda es aquel extraño ser que se...

-Veo que por fin despiertas- una voz ronca y fuerte habló, por inercia intentó protegerse pero una burlesca risa le detuvo.

-¿Q-quién eres?- se atrevió a preguntar.

-Vienes a mi con súplicas e intentas morir ¿y aún así no me reconoces?- rió -Deberías estar de rodillas, adorándome-

-Hades...- murmuró cuando aquel hombre se posó bajo la luz.

-Tu amo y señor- respondió.

-Tal parece que sí funcionó...- murmuró por lo bajo la chica antes de postrarse frente al dios -Alabado seas mi señor-

-Levántate mortal- pidió el hombre y ella no dudó en acceder -¿Qué es lo que tanto deseas?- preguntó tomando entre sus dedos pálidos y fríos el rostro de aquella mujer.

-Yo deseo... yo deseo....- se encontraba perdida en aquellos ojos negros, carentes de vida o emoción alguna.

-Deseas...-

-Deseo...- cerró fuerte sus ojos y movió su cabeza de un lado para otro, intentando concentrarse en aquello que la había orrillado a aquella situación. -Deseo que sanes al hombre que amo- murmuró -Dale la salud que los años le han quitado y a cambio te ofrezco mi alma sin condición alguna-

-¿Tanto le amas?- preguntó el dios obligándola a que sus ojos se posaran nuevamente en los suyos.

-Más que a mi propia vida- murmuró de forma baja y el hombre sonrió de forma tétrica.

-Tu alma a cambio de su vida- sonrió de lado -Está hecho y ahora tu alma me pertenece- murmuró sobre sus labios antes de posar los suyos sobre los de ellas y después de eso, una vez más la oscuridad llenó su mente pero en esta ocasión se sentía diferente... se sentía vacía.

[...]

Despertó debido a los rayos de sol que molestaban sus ojos, quitó las pesadas sábanas de su cuerpo y con pereza parpadeó hasta que sus ojos se amoldearon a la resplandeciente luz del sol. Estaba ida mirando el techo de su habitación hasta que a su mente llegaron los sucesos de la noche pasada.

-¿Realmente pasó?- se preguntó algo agitada mientras buscaba su teléfono y miraba los mensajes que su novio le había dejado.

"No vas a creer lo que acaba de pasar"

"Los doctores han revisado cada estudio e incluso los han repetido, y... no hay cancer"

"¡Por la mierda, el cancer se ha ido"

"Amor, estoy limpio. Voy llegando a tu casa"

-En serio lo cumpliste- murmuró a la nada con una sonrisa marcando su rostro. Colocándose de pie se dispuso a arreglarse pues estaba por verse con el amor de su vida.

[...]

Tres meses después.

-¡Te he visto con esa zorra! ¡¿cómo es que te atreves tan siquiera a negarlo?!- gritó colérica.

-¿Deja el drama, quieres? Lo nuestro no estaba bien, aquí- señaló a ambos el hombre joven -Aquí, entre nosotros dos las cosas ya no tenían sentido-

-Pero yo te amo...- dijo sintiendo su rostro caliente debido a las lágrimas.

-Pero yo no te amo más- soltón con desdén el hombre -No siento nada por ti, ya no me atraes-

-¡Quiero que te larges!- gritó con la poca dignidad que le quedaba -¡Vete! ¡Fuera de mi casa!- gritó sin medida y justo cuando aquel sujeto cruzó su puerta ella tomo su muñeca -Hubiera preferido que murieras, que el cancer acabara hasta con la última parte de ti- soltó con odio y desprecio.

-____...- murmuró el hombre dolido.

-Que Hades reclame tu alma y que sufras por toda la eternidad en el jodido infierno- expresó entre dientes antes de tirar la puerta sobre su rostro.

Un río bajaba por su rostro y su cuerpo se deslizaba por la puerta hasta quedar sentada, pensaba una y mil cosas, todo lo que había hecho, todo lo que había ofrecido, todo lo que había perdido...

-Quiero que el dolor se vaya- sollozo -No quiero sentir nada, por favor haz que pare- pidió sujetando su pecho con fuerza, justo a la altura de su lastimado corazón -Ven a buscar lo que es tuyo y déjame dejar atrás este desastroso mundo-

-¿Estás segura de que esto es lo que quieres?- preguntó aquella voz tan conocida a su oído.

-Es lo que más deseo...- murmuró.

-Un deseo has pedido y el dios de la muerte lo ha escuchado, tendrás lo que tanto has anhelado pero un pequeño precio debe ser pagado... el hombre que amaste te ha traicionado y has conocido la cruel humanidad de primera mano, reclamo ahora lo que queda de tu alma y por los siglos de los siglos caminarás a mi lado- murmuró aquel dios y como en aquella ocasión, presionó sus labios sobre los de aquella mujer y entonces todo aquel dolor desapareció, el fragmento que faltaba de su alma había sido consumido por Hades, el dios de la muerte y oscuridad.

-No siento nada Hades...- murmuró.

-Mi nombre es Min Yoongi mortal, debes recordarlo- pidió acariciando su mejilla, dejando una pequeña quemadura en su rostro -Porque ahora me perteneces- susurró cerca su oído antes de llevarla consigo a las profundidades del inframundo.

ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴꜱ 2 Where stories live. Discover now