//Chapitre 13//

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Los eventos vistos en cierto episodio con el nombre de nuestro querido diseñador, se llevaron acabo tal y como se vieron, salvo, que está vez, había una invitada extra.

Gabriel estaba sentado en su propia habitación, mientras reflexionaba sobre todo lo que había pasado horas antes, lo que su sentimonstruo vio, escuchó y sintió, quedó grabado en su mente como si el mismo lo hubiera hecho.

Ciertas palabras se quedaron dando vueltas en sus pensamientos como si no hubiera forma de quitarlas <<estoy aquí porque creo que me gusta el señor Agreste>> repetia una y otra vez la angelical voz de Caline, después de haber sido atrapada en la tableta de The Collector, el platinado se tomó la cabeza con molestia, no podía creer que su desinteresada presencia había logrado causar tal impacto en alguien como ella, son opuestos, personas de dos mundos diferentes, era imposible que alguien tan amargo como el, le cayera tan bien a una mujer tan dulce cómo ella.

Molesto se metió en la ducha, tomo un largo bañó, intentado eliminar ese recuerdo y poder continuar, si había una realidad en todo esto, era que por ese motivo no se podía deshacer de ella, la necesitaba, y ella lo necesitaba a el, Nathalie le contó acerca de su descuidada vida y como este trabajo era sumamente importante para mantenerla lejos de las calles.

Después de la ducha Gabriel se colocó el pijama y se acostó, dió un par de vueltas en la enorme cama, se dió cuenta que no podía conciliar el sueño, ante eso, se levantó, y salió de su habitación, solo había un único lugar capaz de traerle paz, la habitación de Nathalie.

Al llegar allí la encontró levantada, sin saber de dónde, había obtenido unas muletas, lentamente se acercaba a los sillones, con poco cuidado se sentó, luego se estiró y admiro la habitación como si su ángulo nuevo le permitiera estar en un nuevo lugar.

─¿Por qué no pidés ayuda, y si caes otra vez?─ el se acerca para quedar en rango visual

─No iba a caer, me estoy sintiendo más fuerte, además si hoy Shadow Moth aprendió algo nuevo sobre sus enemigos, ¿yo por que no puedo avanzar con mi problema?─ el se sienta

─Esta bien, tienes razón.

─Además Gabriel, estamos llegando a una realidad que antes ni siquiera paso por mi mente, tarde o temprano tendré que ducharme─ baja la vista ─No puedo pedir ayuda para eso y ni loca pienso aceptar que involucres a la maestra

─Conocela y verás que no es tan mala, deja que te ayude con eso.

─Te dije que no.

─¿No tienes hermanas que puedan asistirte?.

─No. . .solo tengo a Theo.

─¿Una enfermera quizás?.

─No, no quiero, ya suficiente con esto, pronto dominare las muletas y podré hacerlo sola.

─¿Y si las muletas resbalan por culpa de tus manos mojadas?.

─Me quedaré en el piso hasta que mis piernas decidan que es momento de volver a funcionar.

─Probemos algo mejor─ ella lo mira desconcertada ─Esperame aquí, no te muevas─ ella se queja, el se va, y rápidamente vuelve, la mujer lo inspeccióna ─Ten─ le extiende el pavo real

─¿Que quieres que haga?.

─Creo que el miraculous ahora que está reparado te puede ayudar a caminar─ ella lo toma y se lo coloca

─Duusu─ musitó y está entro en el miraculous, rápidamente Mayura apareció frente a los ojos del diseñador ─¿Y si no puedo?

─Aqui estoy, nada malo va a pasar.

La mujer toma aire y como si estuviera a punto de nadar lo contuvo, cerro los ojos y pensó en levantarse, cuando escucho a Gabriel aplaudir ahí es cuando los abrió, estaba levantada y no lo podía creer, rápidamente se abalanzó sobre el y lo abrazó.

─Lo hice, gracias─ se aparta y da una piruetas ─Soy yo otra vez─ sonríe

─Podrás ir, ducharte y regresar, tomar tu ropa y cuidarte sóla. . .al menos en la noche cuando nadie esté por aquí.

─Me siento tan bien, ojalá el miraculous pudiera repararme como lo hizo así mismo─ camina hasta la cama y regresa ─¿Podemos salir, por favor?

─Bien. . .pero déjame ir por mi broche─ ella sonríe y asiente

Gabriel se fue y volvió en pocos minutos, le puso seguro a la puerta por las dudas, y se transformó, luego ambos se acercaron a la ventana, la abrieron y salieron.

Los dos corrían por los tejados de los edificios que había cerca de la mansión, ella reía con cada paso que daba, después de unos minutos estos llegaron al arco del triunfo, ahí se sentaron en la cornisa a mirar el horizonte.

─Gracias─ dejo salir algunas lágrimas ─Es la mejor idea que has tenido

─Hey─ se quejo

─Perdon, tenía que decirlo, después de tu última brillante idea, esto es asombroso. . .¿y si hago un sentimonstruo mío y lo tengo a tu disposición?, con eso no tendremos a la miss dando vueltas por la casa.

─No, quiero que descanses, lo de Bustier ya está hecho, antes de despedirla quisiera encontrarle lugar, permíteme eso, tu misma me contaste que está en la ruina.

─¡Ese no es tu problema!─ se para ─Lo estaría de todas formas si yo no estuviera discapacitada─ se cruza de brazos mientras le da la espalda

─Dejame ayudarla y luego la quitamos, dame el mes que lleva tu prótesis, tu descansa, ser mi asistente ya te quito suficientes cosas.

─Esta bien. . .creo que estar invalida me puso sensible─ suspira ─¿Podemos volver?

El hombre asintió y los dos volvieron, está vez a paso tranquilo, por suerte, era lo suficientemente tarde como para que nadie los haya visto, al llegar a la mansión, el se quitó el traje, ella fue hasta su armario, tomo ropa y un nuevo pijama y se encerró en el baño, Gabriel suspiro y abandono el área; en el interior del baño, Nathalie estaba sentada en el suelo llorando, él se aferraba mucho a esa mujer, y si algo lo conocía en estos años que compartió a su lado, eso, era una muy mala señal.

Miraculous: Demasiado PequeñoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora