//Chapitre 24//

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Mal entendido.

Caline lucía feliz la bufanda que había sido regalo de parte de Nathalie, las cosas en la mansión se habían relajado, salvo por Gabriel que se descomponía cada vez que veía una prenda Richi's cerca de el, muchas veces intento pedirle con discreción que la tire, pero ella siempre respondía lo mismo, <<fue un regalo de la señorita Sancoeur, no quiero ofenderla más de lo que ya lo hice>> harto de la situación decidió hablar con su mano derecha y confidente, para que la convenza de quitarsela.

─Me agrada que esa mujer sea tan tonta como para no haberse dado cuenta que lo hice a propósito─ dijo con sarna ─Si yo debo esperar que ella se vaya, ¿por qué usted no?─ sonríe

─¿A qué te refieres?.

─Cuando la señorita Bustier deje la mansión, la bufanda se irá con ella, debe esperar, igual que yo, no voy a pedirle que se deshaga de ella, asíque no busque aquí lo que no va a encontrar.

─Eres malvada, aterradoramente malvada─ se cruza de brazos

─Aprendi unos trucos de mi jefe─ sonríe

Gabriel dejo la habitación abatido, era imposible lidiar con ella cuando está enojada, lo sabía bien, pero parecía que estos días había perdido el tacto con ella.

Una nueva idea surco su mente, si está apreciaba mucho los regalos, el solo debía darle uno nuevo y mejor para que al fin se olvide de esa odiosa prenda de segunda.

Y así fue como Caline obtuvo una bufanda nueva, la cual en cuestión de segundos reemplazó al regalo de Nathalie; Gabriel reía victorioso, con el nadie puede, ni siquiera la mente más astuta de la ciudad.

El resto del día Caline trabajo muy animada, de a ratos pensado que estaba siendo discreta, olía la bufanda, la razón, estaba impregnada del la colonia personal de Gabriel, y era un aroma más que encantador.

─Es hora de la merienda, iré a asistir a la señorita Sancoeur, ¿usted necesita algo?─ el hombre la mira

─No necesito nada, gracias.

La mujer se va, entra en la cocina, prepara una taza con té, pone unas tostadas con mermelada, acomoda todo en una bandeja y parte a la habitación de su autoproclamada superior, una vez allí la contraria no pudo evitar posar sus ojos en la nueva prenda que está tenía.

─¿De dónde saco eso?─ pregunto tomando la bandeja

─El señor Agreste me la dió.

Nathalie empezó a toser desesperadamente, la contraria fue rápida y sostuvo la bandeja para que está no derrame la infusión sobre ella misma, sin saber cómo actuar, dejo todo sobre la mesa y corrió al atelier, rápidamente ambos regresaron, Gabriel tomo sus manos y le hizo un gesto para que respire, el ataque termino y ella estuvo mejor.

─Caline, mejor nos dejas solos por favor─ ella asiente y sale ─No estás bien. . .los síntomas regresaron

─Creo que mi enfermedad está ligada a las emociones─ hablo mientras aclaraba su garganta

─¿Cómo sabes eso?.

─Vi que le dió a Caline, la bufanda que le regale hace unos años para su cumpleaños─ el abre sus ojos en señal de sorpresa ─Lo siento pero me dió rabia y trate de contenerla solo para no armar otro escándalo

Miraculous: Demasiado PequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora