BOYFRIEND

09 | Creo que voy a robarte de sus brazos

— ¡¡Jiel!!

Se siente como el infierno fresco en la tierra.

Takemichi no está muy seguro de qué hace tendido en el suelo con una mejilla ardiente y punzante. Tampoco puede deducir cómo es que el novio de Mikey tomó como una amenaza curar las heridas del rubio. No puede regularizar su respiración, y ha olvidado cuánto ha pasado desde que se sintió tan enojado.

En conclusión, Takemichi ha perdido la secuencia desde hace mucho y no tiene idea de nada.

Permaneciendo igual que antes, tocó su mejilla con incredulidad, notandola tibia y roja. Luego levantó un poco su mirada desde el suelo, y plantó sus zafiros sobre Jiel, quien hechaba humo desde donde estaba parado.

Parecía haber perdido la parte racional de su cerebro, la que lo detenía de saltar encima de mucha gente alrededor de Mikey. Gente inofensiva.

Lo único que mantenía a Takemichi con la guardia alta era precisamente eso, por qué aún no tenía a ese tipo encima asfixiándolo hasta la muerte. En cambio, Jiel estaba de pie frente a Takemichi sin decir nada, inhalando y exhalando ruidosamente, como esperando algo.

Takemichi parecía demasiado aturdido para reaccionar al principio. Simplemente se puso de pie y se sentó, inquietantemente permaneciendo sin pestañear, y luego, sin cambios en su expresión facial, miró brevemente a Jiel y sus siguientes palabras fueron suaves pero contenían cierta amenaza cuando habló.

—Te vas a arrepentir de eso.

Un escalofrío recorrió la columna de Jiel cuando finalmente Mikey corrió hacia él, reaccionando igual de tarde para tomarlo por uno de sus brazos con demaciada agresividad, mientras luchaba para obligarlo a salir de su casa sin cuidado.

— ¡No puedes simplemente aparecer y hacer algo como eso!

Jiel jaloneaba la ropa de Mikey debajo del rubio, ejerciendo fuerza e intentando no ser hechado como un vil perro sin antes decir lo que quería.

— No puedes seguir por ahí peleando cada vez que alguien se me acerca. ¿Qué demonios fue esta vez? Prometiste no caer en esto de nuevo...

Jiel se detiene, Takemichi lo escucha gruñir antes de que Mikey lo tome por el mentón de forma brusca; sin embargo eso no hace que los ojos enfurecidos de Jiel avandonen a Takemichi.

Las siguientes palabras de Mikey no tuvieron menos efecto en el chico, Jiel se mantuvo peligrosamente callado sin oportunidad de siquiera excusar sus acciones porque, ciertamente, le prometió a Mikey que cambiaría luego del incidente en el restaurante. Ahora lo único que hacía, era darle el valor de la basura a su palabra.

Sus dientes rechinan cuando ve en los ojos de Takemichi la sorpresa, la lástima... y algo más. Jiel lo estudia con la mirada antes de verlo dirigir su mirada a Mikey, y se siente impotente luego de no poder deducir lo último. Un brillo inexplicable en sus ojos azules que no le gustó para nada.

Porque, si antes Takemichi no estaba muy seguro de su contrato con Emma, esto lo colocaba en la posición perfecta para acabar con el bastardo grosero y patológicamente celoso de Jiel.

Lo colocaba literalmente, sobre él. En un lugar del que sería muy difícil hacerlo caer.

— ¡¿Estás siquiera escuchando?! — Mikey aún peleaba contra las extremidades de Jiel para sacarlo, pero lo conoce tan bien, que sabe que no hay forma de ganarle.

Y Mikey sabe que debe alejarse de Takemichi antes de que termine herido. Por su culpa.

Hubo unos segundos de silencio. Jiel miró al suelo y se mordió el labio, su rostro se puso rojo brillante de enojo. Luego escuchó una risa suave que rápidamente se transformó en una carcajada. Miró hacia arriba, sobre los hombros de Mikey que lo mantenían alejados de Takemichi, y vió al tipo riéndose tan fuerte que se estaba agarrando el estómago.