11 | Yo podría ser un mejor novio que él

1.8K 273 59
                                    

Mientras Izana estaba ocupado manteniendo su falsa sonrisa en perfecto estado, al mismo tiempo entretenía a los abogados aburridos, con los ojos vacíos y agobiados. Su querido medio hermano Mikey tenía al parecer, mejores planes con el teléfono pegado a la oreja y un rostro ilegible mientras llamaba una y otra vez a Dios sabe quién.

El ambiente estaba bullicioso, todos los trabajos pendientes se detuvieron esta mañana y no se reanudarán hasta que Mikey sea ascendido a la posición administrativa que le corresponde como heredero, más específicamente, su primer paso al mundo de la esclavitud laboral. Izana podía entender mínimamente su poco interés en el cóctel, era cierto, pero aún no digería por completo cómo Mikey fue catalogado como "competente" para un puesto mucho más alto que el suyo, sin ningún tipo de experiencia. Como si eso no fuera lo suficientemente insultante a los 4 años de experiencia de Izana. Ese era, otro de los miles de privilegios de ser el hijo legítimo y no solo un hijo bastardo de una amante muerta.

La fortuna siempre recae sobre idiotas que no hacen nada para mercerla. E Izana piensa en un par de ojos azules como ejemplo, una persona, alguien que sabe, está detrás de Mikey. Y se siente peor.

Izana escondió ese pensamiento con una sonrisa arrugada que no llegó más allá, y examinó a los invitados estrictamente, desde su vestimenta hasta su porte, analizando cada movimiento que le pareciera estúpido y poco profesional para acercarlo a Mikey, y así no temer que este perjudicara la imagen de la compañía. Luego dió una gentil reverencia al hombre con el que hablaba, y fue directo hacia la barra de bebidas.

Y justo al otro lado de la isla de la cocina, se encontraba Kakucho. Un jóven, menor que Izana por demasiado, muy ocupado robando bocadillos de la barra como para sentir la mirada de su jefe sobre él. Pero no pasó demasiado tiempo para que lo atrapara mirándolo. En ese momento tomó el último trozo de carne y corrió hacia Izana con prisa.

— Trae a Mikey aquí, ahora.

La voz de Izana hace que el estómago de Kakucho se haga un nudo, y con sorpresa se dirige a pasos apresurados hasta donde está Mikey, y en menos de un minuto, Mikey ya se encuentra a su lado saludando robóticamente a los invitados. Su sonrisa no podría ser la mejor, pero su débil intento le pareció hasta divertido.

— Deja de arruinarlo — Izana dijo entre dientes, mientras ponía una sonrisa a otro visitante.

— Saludar a todo el que se te atraviesa es un poco... desesperado ¿No crees? — Mikey se apresura a contraatacar.

La sonrisa de Izana se desliza hasta desaparecer de su rostro; sin embargo no apartó sus ojos de Mikey. Su insultante respuesta no lo deja sorprendido, Izana sueña con que algún día Mikey sobrepase su tono mordaz, que le diga a los ojos lo mucho que lo odia, quizás ese día Izana podrá estar en paz y sentir que su odio es recíproco.

— Yo si me preocupo por generarle buenas relaciones a nuestra familia.

— Ah si, muy buenas, te agradecemos esa perdida de 100 millones, por cierto, exelente firma de tratado.

Izana dió un paso hacia adelante y tomó a Mikey por el cuello de su camiseta formal.

— Mantén tu boca cerrada y deja de comportarte como un niño, Mikey. — Sus ojos no viajan a ningún otro lado, fijos en el par de obsidianas de Mikey sin siquiera parpadear.

— ¿Por qué? — Mikey pregunta, no se molesta en mostrar otra expresión que no sea de aburrimiento. — Esos cuatro años en los que has llevado a cuestas a la compañía, ¿qué has logrado? Un edificio lleno de deudas.

Las personas no apartaron su mirada de ambos, observando con demaciada curiosidad y crítica la escena.

E Izana estaba tan enojado que no tenía interés en nadie más, tan inundando de ira que apenas pudo poner la suficiente atención a las palabras cargadas de verdad de su hermano, palabras derivadas del privilegio y la arrogancia, e Izana implora por primera vez, como consecuencia de esos sentimientos, y pide que alguien rompa el corazón de Mikey, que le muestren solo una vez lo que significa ganar algo en su vida por su propia cuenta.

BOYFRIENDWo Geschichten leben. Entdecke jetzt