Prólogo.

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- ¡La heredera de la nueva era del sol, Son Chaeyoung, saldrá hoy en la madrugada a cumplir su deber como alfa y así, convertirse en la heredera de toda la manada.!.- Un viejo profeta se levantaba en lo más alto de la montaña, en donde personas sonrientes y emocionadas hacian gritos y porras a la aclamada Son Chaeyoung.- ¡Estaremos esperando su regreso pronto!

La alfa Chaeyoung apareció en la montaña y se mostraba seria, solo levantó la mano como signo de saludo y los gritos aumentaron.

- ¡Solo quiero decir, que traeré la gloria y me volveré la hija del sol antes que mi padre deje el trono!.- Todos gritaron y corearon sus nombres y Chaeyoung salió orgullosa y decidida a acabar con todo de una vez por todas.

Una vez dada la noche, la alfa estaba sentada al lado de su padre, un agonizante señor que solo tocia y respiraba como podía.

- Mañana saldré de viaje a las islas llenas de omegas, padre. Vas a descansar en paz y podrás irte porque yo no caeré ante esas cosas llenas de feromonas.- La alfa tomó la mano de su padre y besó su palma.- Mi madre también estaría orgullosa, lo sé papá. Aunque nunca me quisiste contar como se fue, se que ella me sigue viendo en el cielo.

- Chaeyoung.- El suspiro de su padre la hizo mirarlo, se veía con ganas de hablar pero la pulmonía no le dejaba.- Solo... Solo hazme orgulloso y defiende lo que tú verdaderamente quieres.

- Te defenderé a ti y no te preocupes, que nadie va a seducirme para dejarme como una impostora.- Chaeyoung se levantó y dejó un beso en la frente de su padre que solo mordió su labio inferior.- Te amo padre y daré la vida por ti si es necesario.

Chaeyoung salió de la habitación y sintió una brisa en su espalda, como un abrazo cálido que nunca había sentido. Sonrió un poco y presionó sus puños suavemente.

- Así que... Mi mamá también escuchó eso. A ti tampoco te defraudaré, mamá.- La alfa siguió su camino a su habitación y se tiró en su cama, esperando quedarse dormida por el calor de la noche.

La aldea se veía tranquila y tenues luces se notaban. La época de celo se acercaba y es por eso que Chaeyoung tenía que partir ahora, nadie podría soportar estar cerca de omegas cuando tienen celo a tope.

Chaeyoung se movió en su cama y mordió su uña nerviosa. Su conducta siempre era dura y fría pero tenía miedo de ceder ante una omega cualquiera, no podía dejar que su linaje se ensuciara.

El calor de su habitación la dejó durmiendo, descansando su mente al fin de ese pensamiento tan lleno de confusión.

[°]

Los barcos estaban siendo rodeados por la gente, miraban como los betas cargaban las cajas de comida y los alfas que manejaban el barco subían y saludaban a todos.

— ¡Hoy, nuestra elegida pasará por la prueba final! ¡Esperemos que le vaya bien, mucha suerte Chaeyoung!

— ¡Viva!.- Todos los alfas levantaron la mano, emocionados y tranquilos por la nueva heredera.

Chaeyoung salió con una sonrisa de la multitud e ingresó a su cabina, emocionada por los gritos de la multitud.

El barco zarpó con la alfa mirando el cielo, es ahí cuando una beta se le acercó y ella la miró tranquila.

— Disculpe señorita, me pidieron que le traiga una bebida.- La mirada de la beta era perdida, cosa que Chaeyoung no ignoró y volteó a ver a la joven.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Kim Dahyun, señorita.- La joven de ojos tristes solo sintió el agarré de la alfa que la poseía.

— Deja de tratarla así, Hirai Momo. Se supone que somos caballeros o damas que tienen que cuidar a los más débiles.- Momo suspiró y acercó a la joven Kim, sin soltarla ni quitar fuerza en su agarre.

— Eres una beta, una miserable beta que nadie querría.- Momo susurró, Dahyun asintió y volvió a sentir libertad pues la alfa ya se había ido.

— Hay tipos de Alfas y se nota que ella es de un nivel más bajo.- Chaeyoung acarició la zona lastimada de Dahyun.— Puedes pedirme cualquier cosa y por favor, soy tu amiga.

— Muchas gracias... Señorita Chaeyoung.- Dahyun salió casi corriendo hacia las miserables caminas de beta, la joven Son tenía decidido en cambiar esa situación pues nunca había pensado que los Alfas serían tan miserables.

Los betas son personas respetables pero los omegas son bestias sexuales en busca de crías.

Ese era el pensamiento de Chaeyoung, ni su padre podría cambiarlo y eso lo comprobó al ver a los betas ser maltratados.

Entró nuevamente a su cabina y se acostó, pues aún faltaban horas para llegar a ese lugar recóndito en donde usaría todo su poder para liderar a esa línea llena de Alfas idiotas y betas maltratados.

Sus ojos cayeron rendidos, su cuerpo se relajó y Chaeyoung pudo ver un fondo verde, frondoso y lleno de frutas de diversos tipos.

Sus manos se sentían frías y sobretodo, no podía moverlas.

Chaeyoung trató de moverse pero se dio cuenta que un cuerpo estaba encima suyo, una pequeña chica de cuerpo ligero y sobretodo, una fragancia a frambuesas que engatuzo al lobo de la heredera.

Quería ver su rostro, pero solo pudo sentir ese olor a frambuesa, una mezcla de recuerdos le dispararon en la mente y suspiró. Parecía tan familiar que no se movió.

Sus pensamientos fueron disueltos cuando la campana de los barcos comenzaron a sonar y resonar, Chaeyoung se levantó rápidamente y salió de su cabina, encontrándose a kilómetros de la dichosa isla.

Estaba confiada, hasta que el recuerdo de sus sueños le hizo temblar. La joven Son sólo acarició su nuca y se apoyó, esperando a que dicho desafío se acerque.

Más y más, la emoción de la alfa se notaba. Los marineros estaban guardando la comida mientras miraban con temor a la dichosa isla de la perdición, la entrada a la lujuria.



Chaeyoung puede ser valiente, pero no por la Omega que ama.

The Son Of Sun. A MiChaeng Omegaverse A.U.Where stories live. Discover now