The Son Of Sun. A MiChaeng Omegaverse A.U.

#12

— ¿No has pensando alguna vez, como llegamos nosotras a esta isla?.- Jihyo movió una sabana vieja y llena de polvo. Jeongyeon tocio pero apenas la neblina de polvo se fue, vio la foto de un bebé en los brazos de Jihyo y una alfa, que ella muy bien conocía, Jeon Somi.— Pues bueno, si estamos aquí es por ella, Somi nos trajo en un barco, escapando de la isla de los alfas y fingiendo que nos llevaría a vender.

— Somi es una alfa que trata con omegas, no entiendo porque quiso salvarte solo a ti y a algunas más.- Jihyo suspiró y tomó la foto entre sus manos.

— La respuesta es simple Jeong, porque nos amábamos.- La líder se acercó más a la foto y derramó una lagrima, aunque con una expresión completamente seria.— Somi y yo tuvimos a Mina unos meses después de conocernos, incluso ella me marcó como su omega y yo a ella como mi alfa, pero simplemente no sucedió algo que nos mantenga unidas después de que no estaba dispuesta a cambiar por nosotras.

Flashback:

Las omegas en la isla de los alfas eran usadas como productos que se podían comprar con comida o víveres, si nacías omega pues tu destino sería ser vendida y rezarle a alguien para que no sea un alfa molesto y violento.

Jihyo nació como omega, su padre era alguien desconocido para ella, solo pudo conocer a su madre quien, a sus 8 años, la dejó sola a la deriva. Jihyo trató de defenderse por años, escapando y viviendo de las sobras del pueblo, robando y vendiendo cosas fraudulentas para así sobrevivir. Todo le funcionaba tranquilamente, hasta que Jeon Somi la encontró en uno de sus negocios, tratando de tomar algo de comida podrida.

Jihyo sintió esa punzada de corazón que tanto le contó su madre, ese latido inicial al ver esos ojos grises y calmados de la alfa. Somi sintió lo mismo, con esa omega de ojos cafés qué la miraba como si fuera la última botella de agua en un desierto. No hubo palabras, solo miradas y ambas quedaron flechadas.

Somi se acercó, lentamente, tratando de tomar distancia y no asustarla. Jihyo solo permaneció ahí, parada, con una expresión entre asustada y bastante intrigada. Somi tomó su mano ligeramente, haciendo que sus corazones bailaran y Jihyo solo se dejó llevar.

Ambas tuvieron una química espectacular, Somi le daba todo lo que podía a una Jihyo qué solo se empeñaba a comer y dormir. Aunque la alfa no le comentó cual era su trabajo, Jihyo se sentía confiada de que ella no le haría nada.

— Somi, estoy embarazada.- Jihyo tocó su vientre, la alfa solo suspiró y con una sonrisa, solo la levantó en el aire, girando y siendo la persona más feliz del mundo.

— Jihyo, me haz dado la felicidad más grande de mi vida.- Somi quiso besarla, pero Jihyo tocó sus labios con un dedo.— ¿Qué pasa amor?

— Solo quiero pedirte algo, quiero irme de aquí con mi bebé y contigo.- Jihyo miró la curiosidad en la cara de su alfa y continuó.— Yo tuve que sufrir bastante tiempo por esta estúpida sociedad llena de prejuicios, no quiero que mi bebé los sufra.

— Mientras ella esté aquí, yo la protegeré con todas mis fuerzas, no tienes nada que temer.- Somi sonrió, le encantaba esa personalidad noble de su omega.

— No quiero solo eso Somi, podemos empezar de cero en una isla, tienes contactos. Podemos volvernos una sociedad limpia de toda esta estupidez de los grados entre alfa, beta y omegas.- Somi sintió tristeza en su omega, pero no lo comprendía. ¿Porque salir de este estado de confort en el que vivía solo por una utopía?

— Podemos... Podemos considerarlo, te lo diré cuando nuestro bebé nazca.- Somi besó la nariz de Jihyo, quien aceptó lo dicho por Somi con un gruñido.

Así pasaron los meses de gestación, en donde Jihyo solo planeaba y construia esa ciudad llena de igualdad y Somi solo lo dejaba al "Veremos". Jihyo no era tonta, sabía que Somi solo estaba ganando tiempo para poder decirle que no a su idea.