Capitulo 41

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T/n Malfoy

Un día a la vez...

Es lo único que necesito hoy. Después de tantos años de sufrimiento regresé a dónde hace tanto deseé salir.

Mi padre está sentado en un sillón aparte mío, mientras lee un periódico de la manera más tranquila e hipócrita que he visto.

Mortífagos y los Matones de max están a nuestro alrededor, Max salió hace más de una hora y dejo a docenas de escoltas a mi seguridad.

Mi padre habla en repetidas ocasiones dejando ver su opinión sobre los recientes sucesos con respecto a Harry Potter, una de las mayores preocupaciones aquí, Harry Potter Hermione Granger y Ron Weasley escaparon de las "autoridades" entre comillas pues ahora el ministerio está a manos de Voldemort y Max. Desearía que Tom recapacitara y se uniera a ellos.

Volviendo al tema de Voldemort, este está muy preocupado tiene a carroñeros en todos los bosques al rededor de Gran Bretaña buscando a Harry, pero aún no tienen suerte.

Acostumbrarme a esta vida no fue tan difícil como pensé, después de todo siempre estuve en este.

Mi madre es una de mis mayores preocupaciones, después de que fuera por Draco ella desapareció sin dejar rastro alguno. Sospechó de Pansy y Steven están en esto y la tienen oculta en algún lugar y en cualquier momento lo descubriré.

Hace dos días traje a Draco a la Mansión Riddle dónde fue trasladado a un lugar desconocido, Max, Voldemort y mi padre están de acuerdo que no debería saberlo pues esto me daría curiosidad y eso no es algo bueno.

Otro que preocupa entre los Mortífagos es Tom, el futuro prometedor del apellido Riddle, el cual está desaparecido, lo dejamos a un lado del camino y desapareció, no sabemos dónde ni con quién, no sabemos si está vivo o muerto y eso igual me tiene los pelos de punta.

Veo como los hermanos Carrow entran por la puerta, hacen una pequeña reverencia antes de aclararse la garganta en busca de mi atención. Mi padre baja el periódico molesto y yo solo alzó la vista un poco para verles la cara.

—¿Qué?— preguntó.

—El señor Riddle está aquí y desea verla... Su hermano igual está aquí... Señorita Malfoy.— dice con una cara de preocupación.

Me levanto de mi asiento lo más rápido que puedo pasando por pasillo llenos de Mortífagos, los cuales hacen una reverencia en cuanto me ven pasar. Camino rápidamente hasta el exterior de la casa dónde efectivamente Max está, pero no veo a Draco... Mi corazón se para, mi respiración se dificulta cuando lo veo sobre una camilla lleno de sangre, mi mente está en blanco y no hago nada más que acercarme a él corriendo.

—¿Qué le pasó?— pregunto mientras veo que está atado de manos y pies. —¿Qué es esto?— digo viendo las cintas con fuerza.

Los médicos salen de la mansión Riddle dirigiéndose a dónde mí hermano, pero yo no permitió eso.

—¡No sé acerquen más!— exclamó furiosa. —¡¿Quién demonios lo amarró?! ¡Sueltenlo ahora!— exclamó mientras veo como comienza a abrir los ojos.

Max solo me observa mientras veo como les da una seña de que sigan.

—¿¡No me escucharon!? ¡Si dan un solo paso más les juro que los mató!— exclamó.

Estos paran en seco mientras voltean a ver a Max, el cual me mira a mi.

—Dejalos ayudar...

—Si Tom y Mattheo no pudieron conmigo menos lo harás tú.— digo sin pensarlo. —Es mi hermano no te metas en ésto. Sueltenlo.— repito.

Esta vez Max no dice nada solo se queda completamente serio en su lugar mientras lo Mortífagos con rapidez quitan las cuerdas de su cuerpo.

Los médicos se acercan con cautela y cuando ven que no doy peros lo comienza a atender.

Con rapidez lo llevan adentro y yo no dudo en ir detrás de ellos.

Max viene detrás mío. Le digo a un Mortífago que llame a mi padre este no duda en correr cuando se lo pido.

Camino con rapidez sin mirar a nadie. Siento la tensión del momento, los doctores se mueven por el lugar tensos mientras rompen la camisa de Draco.

—¿Es alérgico a algo?— pregunta un doctor al aire mientras yo pienso.

—La Betametasona... Es alérgico a eso...

Los doctores cambian con rapidez su plan y siguen moviéndose por la sala, mi padre no llega y mis nervios se ponen de punta, Max pone una mano en mi hombro en forma de apoyo, pero no estoy de ánimos, me muevo dejando caer su mano lo cual todos notan, pero nadie menciona.

—¿Dónde está la sangre?— pregunta el doctor principal.

—No hay sangre de su tipo...— dice uno en murmuró.

—Yo soy compatible.— hablo. —¿Cuánta necesitan?

—Venga...

***

Después de unas horas Draco está estable y aunque tengo miles de preguntas que Max debe contestar no estoy de ánimos.

Llegó a mi habitación y me siento sobre la cama tallando mi cara con mis manos cansada,

Aún no encuentran a mi madre y Draco está en estado delicado.

—¿Qué te pasa?— dice una voz haciéndome brincar del susto.

—No estoy de humor Max...

Me levanto de la cama llendo a mi ropero.

—¿No estás de humor?

—Dejalo así.— digo. —Quiero dormir...

—¿Eso harás ahora? Tú te uniste s nosotros, nadie te obligo.

—Claro, por eso me tuviste secuestrada siete meses, mataste a mi mejor amigo, también a mí otro mejor amigo, a mi novio... Oh casi lo olvido y casi matas a mi hermano... Dos veces... No encuentras a mi madre...— digo. —¿Dónde están todas esas promesas que hiciste? "Te lo prometo T/n Cambiaré, mejoraré, maduraré, no te merezco, pero te amo, cásate conmigo, tengamos hijos..."

—¿Ahora sacarás el pasado?

—¿Cuál pasado? No han pasado ni tres meses de todo ésto...

Love Harmful [Parte 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora