Pancito Dulce; CH »All🇦🇷«🔞

❰❰🥃 ∷┊𝐃𝐢́𝐚 22; 𝐜𝐨𝐧 𝐯𝐞𝐧𝐝𝐚𝐬

❝☭; URSS❞

Basado en hechos históricos.

El frío invierno azotaba aquel territorio con su blanca y espesa nieve, los tejados cubiertos, las calles igualmente y sin dejar que ninguna persona circule ya que lo helado del aire quemaba en la piel, sentías dolor en los huesos, los dedos endurecer y tus mejillas con esa sensación de desgarro. Era un invierno horrible, sobretodo un enemigo más en los tiempos dónde escuchas bombardeos y disparos.

Durante ese período, Argentina estaba en una visita de urgencia a Moscú debido a los acontecimientos que ocurrían en su territorio, lo veía como un infierno. Era complicado lidiar con la presión de ambos bandos dentro de una guerra, estaba muy harto de la presión de Estados Unidos y su exigencia de unirse a él y, por otra parte, la acusación de Reino Unido diciendo que apoyaba la locura de Reich. Ser neutral era todo un desafío.

El infierno estaba en todos lados, tanto la guerra en el otro lado del mundo como el caos en su propio territorio, sólo veía destrucción aquí, desastre por allá y una tormenta que se unía a la fiesta del lío y el derrumbe del mundo. Es como pararse en el abismo del inframundo sabiendo que detrás está el peor de los desorden, no hay un gran cambio si se tira o no porque para ambas direcciones es igual de horrible el destino.

Ojalá pudiera desaparecer rápido, sería hermoso desaparecer ahora mismo.

——es una mierda todo—. Argentina cerró las cortinas, un estornudo se le salió y eso le hizo pensar que debía poner más leña al fuego o moriría de frío.

La puerta de la casa se abrió mostrando al pequeño Rusia haciendo un gran esfuerzo de cerrar la puerta por el fuerte viento, había traído más troncos para la chimenea. Argentina fue rápidamente a ayudarlo y lograron cerrar entre los dos, el mayor rió al verlo cubierto de nieve, su gorrito casi blanco.

——al parecer habrá una tormenta de nieve, ese viento está fuerte—.

——si, pero no se preocupe porque hay más leña y mi padre le regaló una manta hecha con la piel de un oso, eso lo mantendrá caliente—. Rusia sonrió, en su dentadura le faltaba un diente y eso le preocupó al argentino.

——Russ, ¿por qué te falta un diente? ¿te caíste? ¿qué te pasó?—. Argentina examinó su boca para asegurarse que sólo era ese, había un poquito de sangre en ese espacio.

——tranquilo, no fue nada, ese diente estaba flojo y se me cayó cuando una rama me golpeó en la cara—. el pequeño ruso vió que Argentina volvía a poner esa cara de preocupación. ——juro que no me duele, estoy bien, señor Argentina—.

——más te vale, sino qué le diría a tu padre—. el latino suspiró y acarició la mejilla un poco helada del pequeño.

Rusia era un niño que comprendía que había una guerra en sus tierras, estaban en un casa que usaba URSS para la casería, oculta en un bosque y alejada del área de combate por la seguridad del mayor de los hijos del soviético. El argentino no estaba de acuerdo en traer solamente al ruso, pudo haber traído a los demás pequeños para asegurar sus vidas, pero Soviet pensó únicamente en su heredero.