Pancito Dulce; CH »All🇦🇷«🔞

❰❰🍷 ∷┊𝐃𝐢́𝐚 11; 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐥𝐨 𝐦𝐚𝐬𝐭𝐮𝐫𝐛𝐚

❝🇩🇪❞

Ese día era especial para Argentina, recibía la visita de su adorado amigo que no veía desde que era un niño, recordaba lo pequeño que era y como sujetaba sus manos o como se escondía detrás de él, era tan adorable y dulce como un panquecito. Esperaba que su viaje haya sido bueno, tenía todo preparado para que pasara una excelente estadía en sus tierras. Los nervios hacía que sus piernas tiemblen, su corazón retumbaba en su pecho y sentía que su voz se escucharía temblorosa si hablara.

Dios, que emoción volver a encontrarse después de varios años.

Se sobresaltó cuando su asistente tocó sutilmente su hombro, avisando que su invitado había llegado a la residencia. Argentina respiró profundo calmando sus emociones, le impacientaba que el chófer del automóvil tarde tanto en abrir esa puerta. La expresión de sorpresa fué inevitable, su boca se abrió un poco ante lo que veían sus celestes ojos, del auto negro descendió un hombre de elegante apariencia y siendo centímetros más alto que el argentino, la sonrisa que le mostró era parecida al de su padre, » Third Reich « fué lo primero que pensó.

Es evidente que Alemania ya no es ese adorable niño y había pasado a algo mejor. Aquel europeo se encaminó hasta él, se detuvo a una distancia considerable y le sonrió con amabilidad esperando algún saludo de parte del sudamericano. Creo que su visita le causó una gran sorpresa, tampoco iba a mentir que le dió nervios por ver a Argentina otra vez, era tan nuevo ahora ser él el que veía desde arriba al americano y no desde abajo mientras se aferraba a sus ropas.

——A-Ale... que alto estás—. dijo Argentina en su nerviosismo y sorpresa mientras le daba la mano al otro como saludo. Le cautivaba que el alemán luciera de esa manera, poseía una elegancia y un encantador atractivo. Es un bello hombre. ——bienvenido a mis tierras, pasá y sentíte cómodo—. sonrió caminando al interior de la residencia, seguido de Alemania y los asistentes que lo acompañaban con sus maletas.

El argentino le pidió que se sentara junto a él en el sofá, le murmuró a su fiel asistente que le dijera a los otros que llevaran las pertenencias a la habitación que preparó. Su atención volvió al alemán, sonriéndole y sintiendo esa agradable sensación de verse nuevamente, lo había extrañado mucho.

——Argentina, agradezco mucho que me invitaras a tu territorio, me alegra verte otra vez—. el alemán tomó las manos del sureño, apretando ligeramente éstas, notando una diferencia de tamaño en sus manos. El argentino quedó más pequeño en comparación a él. ——espero que hayas recibido todas mis cartas—.

——ah sí, también las pinturas que enviaste, las tengo en mi habitación—. fué bueno para el europeo escucharlo, durante los años de distancia mantuvo comunicación y le envío regalos, desde poemas hasta las pinturas que hizo especialmente para el argentino. De alguna manera debía hacer notar lo especial que era para él, Argentina estuvo presente en su mente y corazón estos años.