Capítulo 2

225 39 12
                                    


''Para el Joven Lee,

No quise escribir esto en mis cartas anteriores, pero creo que me sonrió hace unos días cuando nuestras miradas se encontraron. Cabe mencionar que no le diré en qué momento ni lugar ocurrió, es tarea suya tratar de recordar mi cara. Me he insistido en que fue por mero reflejo, sin embargo, me gusta fantasear con una sonrisa que fue dedicada especialmente para mí.

Iba con su hermano, esa pista es suficiente para que se dé una idea de donde pudo encontrarse conmigo. ¿Recuerda haberme sonreído? Me encantaría que supiera al menos de mi existencia, pero también soy consciente de que no soy precisamente un individuo popular entre los estudiantes.

Por lo que se me ocurrió algo: ¿Le parece adecuado que intercambiemos cartas? En el parque que queda por Sowol-ro, hay un tronco pegado a la única banca roja que queda por la entrada. Si usted quiere responder, deje la carta en el agujero que está en el tronco, le aseguro que nadie la tomará.

En caso de que no lo crea pertinente, le ofrezco mis más sinceras disculpas. Simplemente no deje ninguna correspondencia en los siguientes tres días y aceptaré su decisión. Tendré que abstenerme de escribirle el fin de semana, por lo tanto, espero que los días pasen rápido para poder verlo de nuevo y hacer que mi corazón trabaje otra vez.

Mis respetos, M.''

TaeMin no supo cuántas veces volvió a leer la carta. M es más real de lo que ha llegado a comprender, porque el hombre detrás de las letras no dudó en volver a escribirle día con día, provocó que fuera la mayor parte de sus pensamientos y que estuviera más que interesado por descubrir su identidad que en cualquier otra cosa.

Es obvio que le encantaría darle una respuesta, que M no pueda dejar de escribir para él y seguirse alimentando el ego. A TaeMin poco le importa cómo sea M en realidad, porque lo asocia a una persona que es igual de tímida que él, un tipo que va por ahí, leyéndose cada libro que le llama la atención. M también podría ser de su estatura, y si es alguien que lee mucho, lo más probable es que use lentes y le cueste trabajo ver a los demás a los ojos.

Por más que TaeMin se imagina a su admirador por correspondencia, no puede formular un rostro que encaje con los hombres que ve diariamente en la escuela. Si responde a las cartas, podría hacer un intento por jugar 'Adivina Quién' y así tachar a los que no encajaran en las descripciones de M.

¿Pero qué rayos puede escribir él en una carta?

No iba a hacer el típico «Hola, ¿Cómo estás?». TaeMin en mucho mejor que eso, y es tal mejor que no sabe por dónde comenzar. Ha rayoneado tres hojas de su cuaderno, solo borradores, nada que merezca la pena pasar a una hoja limpia y presentable. No es fácil dar respuesta, ya que M le ha escrito cosas tan dulces que le es difícil equipararse al nivel de cuidado que tiene para con él.

«Me gustaría escuchar más su risa, he tenido muy pocas oportunidades de hacerlo, pero le contaré algo: Desde entonces, mis latidos van al mismo compás».

M debía estar terriblemente enamorado de él para pensar que su risa era agradable, JongIn se rio muchísimo cuando le contó y Moon Kyu se la aguantó de mala gana solo porque estaba sentado a su lado y le podría meter un golpe si decía algo más. No es que su risa sea espantosa, es diferente, y si M encontraba en esa diferencia la perfección y belleza, él también comenzaría por creerlo.

«Sonaré muy presuntuoso, pero me pregunto si a usted le gustarán las esencias florales, porque cada vez que veo una flor no puedo dejar de recordarlo. Las aromáticas rosas, los delicados cerezos o las excéntricas peonias, en cada una lo encuentro a usted».

Cartas para el Joven Lee [2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora