Capítulo 6

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     —Tienes ya tantos avances y no nos dijiste nada —dijo KiBum con asombro. Leyó la carta que le prestó MinHo una y otra vez y las últimas líneas lo tenían con la boca abierta—. ¿Lo hiciste caer solo con cartas? Me sorprendes, Choi.

     —Ya tiene al presi muy enganchado —mencionó Jonghyun—. Y nosotros que pensábamos que estabas distante por otras cosas, cuando te estabas ligando al presidente.

MinHo no sabía dónde esconder la cabeza. La reacción de sus amigos era mil veces mejor que cualquiera que imaginó, pero eso no evito que los Kim le exprimieran la verdad. KiBum lo escuchaba atentamente, Jonghyun fue más de interrumpir y hacer reacciones exageradas.

     —¿Pintar? ¿Jinki pinta? —cuestionó KiBum—. Pensé que solo lo hacía TaeMin. También no sabía que le gustaban los instrumentos, Taeyeon solo mencionó que estuvo con ella en las clases de canto.

Taeyeon es la hermana mayor de KiBum, misma que fue la proveedora de algunos datos extras que MinHo obtuvo sobre Jinki. Taeyeon ya estaba en la universidad, y por lo tanto, sus clases compartidas con Jinki cesaron. MinHo fue el más triste cuando Taeyeon le mostró su carta de aceptación.

     —Jamás imaginé que usara emojis o cosas así ¿sabes? Es algo torpe, una vez le preguntó a mi hermana sobre cómo se enviaba un mensaje por kakao porque se lo acababa de instalar. Parece que te ha contado todo lo que no le cuenta a los demás.

     —¿Deberíamos leer esto? Se siente extraño. Se nota que ya se tienen una buena confianza, ahora ¿qué piensas hacer MinHo? El presi es muy serio, no sé si tengas en mente acercártele todavía más o cuál será tu siguiente jugada.

MinHo repasó sus pensamientos y liberó al suspiro que apretaba sus pulmones. Desde luego que no era fácil dar la jugada final, no obstante, las cartas eternas tampoco eran el medio más viable.

     —Si todo va bien, le diré que nos veamos pronto. Solo necesito un par de detalles más antes de afrontarlo.

Jonghyun, como un gato, se limpió los bigotes con la curiosidad que le creció en el pecho. Dobló cuidadosamente la carta de Lee y se la puso a MinHo en las manos, no sin agarrarle una de éstas con insistencia.

     —¿Te das cuenta de lo que vas a hacer? Lee Jinki es el presidente estudiantil, el hombre que has creído perfecto por ¿año y medio? Y que, en caso de que tengas éxito, serás el primero en tener su corazón.

A MinHo la información le cayó como un balde de agua helada. Por lo que sabía, Jinki era de aquellos que si se ponían una meta, no se detenían a ver los alrededores. Era más que famoso por sus rechazos amables, y siempre decía la misma frase:

     «Tus sentimientos son tan preciosos que me da una tristeza horrible no tener la oportunidad de regresarlos con la misma intensidad. Gracias por dejarme un espacio en tu corazón, yo te tendré en mis agradecimientos siempre».

Un par de veces había tenido pesadillas con Lee diciéndole dichas palabras. Porque MinHo no tenía gran ventaja sobre nadie más para que su confesión fuera correspondida, Jinki ni siquiera lo conocía, no más allá para que sus intercambios se redujeran a sonrisas y asentimientos de cabeza.

     —Ahora —continuó Jonghyun—. Todo lo que sabemos te acerca a esa meta, y queda en que sepas hacerlo bien.

     —Lo hará bien, Jjong. Sus cartas son tan agradables, desde que empezaron a darse pequeñas cosas, sabes que no está dispuesto a darte su típico rechazo. No digo que me suene a perfección, pero MinHo: Apostaría lo que quieras a que él también se enamoró de ti, o al menos le gustas, lo considerable para mandarte hojas y hojas de información.

Cartas para el Joven Lee [2Min]Where stories live. Discover now